Parece que un primero NO no le vale, ni mucho menos. Lo ha intentado una vez y se dio de bruces con la realidad. Lo ha intentado una segunda y la indiferencia ha sido protagonista. Muchas veces pensamos que la insistencia y, hablando en plata, ser pesado, es la clave para poder engañar e intentar jugar las cartas que tenemos a nuestro favor. Pero, por supuesto, no todo vale. Por interés…
¡A aprender la lección!
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