Parece tener un imán para que la persona a la que llama no esté disponible. Incluso ha pensado que es algo personal. Lo único cierto es que esta responsable del sector de gestión de personas está ‘hasta’ las narices de que no le cojan el teléfono, más si cabe cuando es necesaria una rápida comunicación. Y luego resulta que a su CEO sí que le cogen el teléfono…
¡Cojan el teléfono por favor!
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