Este director de Recursos Humanos es gruñón durante todo el año, pero más en Navidad. Se aleja de la gente, evita los centros comerciales, las luces y los villancicos. Odia los adornos, los abetos y el espumillón.
Aunque los que de verdad le conocen, saben que es un blando.
Feliz Navidad a él también.
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