Ha intentado resistirse, pero las bajas temperaturas de primera hora de la mañana han terminado de convercerla para sacar el abrigo y la bufanda y guardar la ropa de verano bien al fondo del armario.
Parece que el frío ya ha llegado para quedarse, y a ella no le gusta que le pille por sorpresa. Y es que ya se sabe, mujer prevenida vale por dos.
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