Aunque en su oficina tiene un despacho equipado con el más mínimo detalle, raro es el día en que se le puede encontrar ahí más de dos horas. Los asuntos que tiene que atender le dejan poco tiempo de oficina, y mucho de carretera.
Siempre «missing», pero eso sí, con el teléfono en mano para apagr cualquier fuego.
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