En ocasiones saca sus ganas por escribir, con esa vena cómica que le caracteriza y plasma en el papel guiones propios de cualquier laureado monologuista.
Tanto se parece a uno de los más conocidos televisivamente hablando que, en una noche cualquiera, ha llegado a firmar decenas de autógrafos. Y él, encantado.
Cosas del humor. Del buen humor.
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