Los responsables de este supuesto premio, tienen a gala fanfarronear con que son imprescindibles para el mundo de los Recursos Humanos en España, pero lo cierto es que ni existe convocatoria de su premio, ni se sabe quién es el jurado que lo conforma, ni que grupo de profesionales son los que tienen derecho a él.
Lo cierto es que, cuando luego se entrega, se confirma lo que es un secreto a voces, lo único que mueve la consecución del mismo es el interés en venderle servicios al ganador.
Y es que, en este caso, la decisión del jurado fantasma es todo un fallo.
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