No es por tener la misma melena. No es por ser un virtuoso del balón. Es porque con estos frios de enero, este director de recursos humanos usa bufandas enormes y calentitas. Y con el roze de su barba, se llena de pelusas cara, barba y flequillo.
No es por tener la misma melena. No es por ser un virtuoso del balón. Es porque con estos frios de enero, este director de recursos humanos usa bufandas enormes y calentitas. Y con el roze de su barba, se llena de pelusas cara, barba y flequillo.
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