Desde pequeño tiene las ganas de algo imposible e improbable, como es volar como un pájaro. Pero su ilusión y su fijación no le impiden soñar con ello, a sabiendas de que será difícil de que lo consiga.
Por eso, cuando le invitas a un simulador de vuelo cuan ave, se apunta encantado y te cuenta su más oculto deseo.
Y mientras tanto, para consolarse, se pasa casi todo el mes viajando por esos cielos mundiales, ocupado por culpa de su importante y electrónica empresa.
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