Amante de las tradiciones, orgulloso patriota y monárquico hasta la médula, como él mismo se define; este presidente de una conocida empresa familiar dedicada al mercado del vino y las bebidas espirituosas, es un apasionado del flamenco.
Tanto es así que sus dos hijas gemelas reciben clases a diario y, claro, luego hay que visitar la feria para poner en práctica lo aprendido.
¡Ole con ole!
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