Cuando viaja, cuando se los regalan, cuando los compra aposta, cuando los compra por casualidad. El caso es que esta directora de recursos humanos colecciona compulsivamente estos perfumes en miniatura. Tanto es así que ya han traspasado las puertas de su cuarto de baño y de su dormitorio y ya los guarda hasta en el salón.
Falta de espacio si, olor…¡el mejor!
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