Trabaja duro durante todo el año. Incluso en verano. Pero la semana santa no la perdona.
Se monta en un avión y se marcha donde más lejos, mejor. En esta ocasión, las Islas Maldivas.
Envidia, de la mala.
Trabaja duro durante todo el año. Incluso en verano. Pero la semana santa no la perdona.
Se monta en un avión y se marcha donde más lejos, mejor. En esta ocasión, las Islas Maldivas.
Envidia, de la mala.
Los comentarios están cerrados.