El sábado llenó su casa de amigos y familiares para reunirse, un año más, ante el televisor, para disfrutar del certamen de música europeo. Una cita clásica ya para este director de recursos humanos que disfrutó de la misma manera que sufrió con el triste resultado de nuestra representante española.
Confía en que el año que viene quedemos mejor y sueña con qué, algún año, ganemos.
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