Navarrico de pro, este informático presume de haber sido un fuera de serie a la inocente edad de veinte años. Viniendo de una ciudad tan taurina, no es de extrañar su sobrenombre
Y aunque el que tuvo, retuvo, lo de torear en muchas plazas, se termina y como dice el viejo refrán: «en peores plazas hemos toreado y en peores torearemos, aunque a la hora de la alternativa, la mejor escogeremos».
Los comentarios están cerrados.