Será de forma negociada, sin problemas e intentando no perjudicar a ningún trabajador, sino todo lo contrario. La situación heredada ha llevado a tener que tomar esta determinación, que no es la que más gustaba a la dirección, pero no había otra salida.
Lo que si está claro es que los trabajadores no van a tener un cheque en blanco, pero tampoco saldrán perjudicados.
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