Parece ser que ha sido toda una batalla, con insultos, descalificaciones y diversos numeritos delante de todos los sorprendidos trabajadores, algunos de los cuales, han sido también víctimas de la discusión entre dos socios de toda la vida que han roto peras.
Y el director de recursos humanos, ha dejado de ser pastor de sus ovejas ya que, por supuesto, ha sido uno de los sacrificados.
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