Es escurridiza como las serpientes. Pero al contrario que ellas, es completamente inofensiva. Eso sí, se esconde cuando le conviene y se arrastra si quiere conseguir algo a cambio.
Y no se llama Eva.
Es escurridiza como las serpientes. Pero al contrario que ellas, es completamente inofensiva. Eso sí, se esconde cuando le conviene y se arrastra si quiere conseguir algo a cambio.
Y no se llama Eva.
Los comentarios están cerrados.