La flexibilización del mercado de trabajo, los nuevos sistemas de organización y tecnología así como la crisis económica mundial generan nuevas formas y un aumento de los riesgos laborales en la pequeña y mediana empresa (Pyme). Así lo ha constatado un grupo de investigadores de la Universidad de Granada a través de un proyecto europeo titulado, «Prevención participativa de los Riesgos Psicosociales Emergentes en Pequeñas y Medianas Empresas», realizado conjuntamente por el Instituto Superior do Ciencias do Trabalho (Portugal), la Universitá degli Studi di Verona (Italia) y la University of Macedonia (Grecia) y que cuenta con la financiación de la Comisión Europea.
El grupo de especialistas advierte del creciente auge de los riesgos psicosociales, relacionados con el cambio del diseño del trabajo, el aumento de las demandas psicológicas, así como con el entorno social y laboral que nos rodea. Entre sus conclusiones destaca que, mientras cada vez hay más medidas para mitigar otro tipos de riesgos como de seguridad e higiene industrial, la fragilidad psicológica en las Pymes está subiendo constituyendo un deterioro del bienestar psicológico y de la salud de sus empleados. En particular, los directivos de las pequeñas y medianas empresas tienen dificultades para hacer frente a los riesgos psicosociales por falta de recursos o conocimientos.
“Ya no podemos señalar al estrés como cajón desastre a la hora de hablar de riesgos psicosociales. Ahora, la inseguridad laboral y la precariedad de los contratos, la elevada intensificación del trabajo, la competitividad y la tecnificación del puesto de trabajo se han convertido en los nuevos riesgos psicosociales en las Pymes”, ha comentado Francisco Díaz Bretones, coordinador del proyecto en España.
Los resultados de este estudio son bastante desoladores, por lo que los investigadores han tenido en cuenta a las administraciones públicas y a expertos de agencias de salud para establecer soluciones. De forma muy resumida, éstos son los principales riesgos psicosociales y consecuencias según el estudio en España:
- Inseguridad laboral y precarización del trabajo: se pierde el control sobre la vida laboral y personal con unas consecuencias que van más allá del ámbito laboral. Pérdida no sólo de ingresos sino también de roles y valores sociales. Los especialistas han señalado un aumento de la tensión vinculada al estrés, así como del agotamiento, sensación de estar quemado y depresión, como las consecuencias más observadas, con cuadros más severos en los empleados con contrato precario.
- Intensificación en el trabajo: hay una sensación generalizada no solo de mayor carga de trabajo sino también de mayores demandas psicológicas en los puestos de trabajo. La falta de conciliación laboral y familiar ha sido la consecuencia más mencionada por los trabajadores. Por todo ello, esa pérdida de la calidad en el empleo conlleva a una ruptura del contrato psicológico entre empleado y organización.
- Competitividad: ritmos de trabajo acelerados, situaciones de acoso y el elevado aumento de la insolidaridad entre compañeros de trabajo empujan a un pensamiento en el corto plazo cuya consecuencia más directa ha sido la pérdida o ausencia de reconocimiento o recompensas por parte del empleador.
- Tecnificación: cada vez son más las demandas de actualización tecnológica dando lugar a un incremento de inseguridad por subcualificación y por tanto, al ya conocido síndrome de tecnoestrés.
Francisco Díaz Bretones, señala que “en este informe en el que han participado responsables de Pymes, representantes de la patronal, sindicatos, técnicos en prevención de riesgos laborales, agencias de salud e investigadores, se recogen diferentes herramientas que deben ponerse en marcha en la pequeña y mediana empresa para la gestión de los riesgos psicosociales y que no dejan de estar basadas en el fomento de cultura preventiva y la conciencia social”.
Asimismo, cree que el amplio análisis realizado en este estudio tendrá repercusión en los ámbitos políticos y en las estrategias públicas de salud laboral tanto españolas como europeas, que a su juicio, tal y como están planteadas en la actualidad, apenas contemplan acciones de información y formación en lo que respecta a los riesgos psicosociales en las Pymes. En su opinión, “sólo si se favorecen iniciativas de autonomía y empoderamiento que conlleven la participación de los trabajadores, así como servicios de asesoramiento y apoyo psicológico, se irán atajando estos peligros.”
La web oficial del proyecto http://risksinsmes.wix.com/risksinsmes ha sido creada como un instrumento de seguimiento de los datos de estudios, a través de la cual se compartirán los datos e información recabados, así como los resultados y conclusiones del estudio.
Este estudio coincide además con la campaña europea 2014-2015 “Gestionemos el estrés”, puesta en marcha por Agencia Europea para la Seguridad y Salud en el trabajo para sensibilizar sobre el creciente problema de los riesgos psicosociales, estimular el debate e impulsar la gestión de dichos riesgos y cuenta además con la colaboración de la Cátedra UGR-Banco Santander sobre Bienestar y Salud Organizacional.
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