Las empresas españolas siguen recurriendo mayoritariamente al despido como fórmula para ajustar sus cuentas, a la vista de que la creación del nuevo empleo está recayendo sobre todo en la contratación temporal.
Así lo pone de manifiesto el último ‘Observatorio Laboral’ de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), una vez conocidos los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) correspondientes al cuarto trimestre de 2015.
La reforma laboral puesta en marcha por el PP en 2012 perseguía, entre otras cosas, promocionar el uso de la flexibilidad interna como vía para adaptarse a las dificultades económicas y frenar la sangría del desempleo.
El ‘Think Tank’ parte de que los datos de la EPA ponen de manifiesto que «el nuevo empleo creado es, sobre todo, de naturaleza temporal», con mayor incidencian en las regiones del sur de España.
Concreta que, en el último año, el número de asalariados con contrato temporal ha aumentado en unos 335.000, mientras que el de asalariados con contrato indefinido en alrededor de la mitad.
«Dado el peso relativo tan dispar que tiene cada una de las modalidades de contratación, es evidente que el peso de la creación de empleo está sobre todo cayendo sobre los contratos temporales», explica Fedea, que añade que este «enorme impulso» está «íntimamente relacionado» con el mecanismo con el que la economía española sigue adaptándose a los cambios de actividad.
«Se utiliza mayormente el margen extensivo de ajuste, es decir, la contratación y el despido de trabajadores temporales», señala el informe de Fedea, que apunta a renglón seguido que en el pasado año, en el que la actividad ha crecido, «el empleo también lo ha hecho, pero fundamentalmente en la contratación temporal».
En el tipo de jornada, sin embargo, la tendencia se ha revertido este año, disminuyendo la incidencia del tiempo parcial frente al empleo a tiempo completo en la mayoría de las regiones, apostilla el informe.
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