RRHH Digital. El verano es momento para las vacaciones… pero también para trabajar. El final del curso empresarial y el comienzo de la nueva temporada es un momento excelente para los balances y la inyección de motivación de cara a los próximos meses. Tanto es así, que en los meses de junio, julio y septiembre la demanda de la celebración de eventos internos de empresa aumentó hasta un 20% en 2011 año y este año podría superar esa cifra, según los datos de RUSTICAE, club de hoteles con encanto.
El principal motivo de este aumento es la necesidad empresaria de “pensar y reinventarse” para afrontar los retos de la situación económica. Los hoteles bajo el sello Rusticae acogen reuniones de empresa para grupos de directivos y coaching en entornos singulares caracterizados por su privacidad y flexibilidad.
“El crecimiento de la demanda del cliente empresa ayuda a muchos hoteles a cubrir las caídas del consumo particular. La evolución de las reuniones de empresa hacia la estacionalidad estival ayudará a que muchos establecimientos alcancen flujos de ocupación más estables, especialmente entre semana” apunta Helena Boj, Responsable de Negocio Corporativo de Rusticae. “La climatología del verano también favorece la inclusión de actividades deportivas en grupo o al aire libre, que suponen un incentivo por sí mismas para los trabajadores”, concluye.
Normalmente las empresas buscan esta tipología de hoteles por diversos motivos: en primer lugar, económicos, ya que al contar con menor número de habitaciones los grupos se reducen y el gasto es más controlado. En segundo lugar, la comodidad, ya que los pequeños y medianos hoteles son también más flexibles, tranquilos y privados. Por último, el sector vive una saturación de la fórmula tradicional de la reunión de empresa, mientras que los hoteles con encanto cuentan con entornos y una singularidad que marca el carácter diferencial de la reunión. Además, las reuniones suelen ir acompañadas de actividades deportivas o al aire libre, imposibles de realizar en la mayoría de hoteles urbanos.
El perfil de las empresas que solicitan este tipo de servicios en verano es el de las multinacionales, que aprovechan para evaluar los resultados y establecer los objetivos del nuevo curso. Según Boj, “Las actividades en grupo y de teambuilding empresarial antes de las vacaciones de agosto ayudan a motivar, despejar la mente de los trabajadores y mejorar su identificación con la compañía, un aspecto clave para superar momentos decisivos como el actual”.
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