El nuevo catálogo de puestos de trabajo del Cuerpo Nacional de Policía –el listado que determina el número máximo de agentes que deben integrar su plantilla– que ha entrado en vigor este año viene con más agentes, más dinero… y más cargos de libre designación. Hasta ahora, los puestos que se nombraban de forma discrecional atendiendo a criterios de confianza personal y no a los méritos profesionales se circunscribían a los de máxima responsabilidad, como los de comisarios, y a algunos otros de menor nivel jerárquico pero que afectaban a unidades especialmente sensibles como la de Información. Sin embargo, el nuevo listado de plantillas contempla extender el nombramiento de buena parte de los mandos intermedios sin atender a sus méritos profesionales. En concreto, de los aproximadamente 2.100 puestos de trabajo encuadrados en esta categoría, unos 1.300 podrán ser elegidos a través de la libre designación, cuando antes apenas si llegaban a los setecientos.
El catálogo recoge casos extremos, como el de los Especialistas en Sistemas Especiales, que están destinados a ser ocupados por agentes de la escala básica que, según recoge el nuevo catálogo de puestos de trabajo, también van a ser elegidos a través de la libre designación y no atendiendo a su capacitación profesional y trayectoria.
Camino peligroso
A los sindicatos policiales les parece especialmente grave que el Ministerio del Interior y la dirección del cuerpo hayan optado por aumentar de forma exagerada los puestos de libre designación a puestos que deben regirse por criterios estrictamente profesionales. Tanto el SUP como el SPP creen que premiar afinidades personales o políticas en detrimento de la valía profesional de los agentes en determinados puestos redundará en una pérdida de calidad del trabajo policial. «Entendemos que hay puestos como el de comisario que, por su componente político, son cargos de confianza y que, como tales, deben ser nombrados a través de libre designación. Pero no compartimos que se siga el mismo criterio con los mandos intermedios, que deben ser cubiertos por los profesionales con mayores méritos, capacidades y antigüedades y no por los más afines a una ideología», argumentan desde ambas centrales, que no dudan en calificar de «politización encubierta» la medida. «No existe justificación para que estos puestos ser provean con libre designación más allá de querer tener policías cautivos que, lejos de actuar en todas las ocasiones con criterios profesionales, se vean constreñidos a cumplir las órdenes de quien puede destituirle arbitrariamente de un puesto de trabajo alegando pérdida confianza», afirma el SPP en una nota remitida a sus afiliados hace unos días.
Recurso
Este sindicato, de hecho, está estudiando la posibilidad de presentar un recurso contra lo que consideran «un uso desproporcionado» de la libre designación en la Escala Ejecutiva, en la que se encuadran los mandos intermedios. Precedentes a su favor ya hay. El pasado mes de septiembre, el Supremo falló a favor de un recurso presentado por el sindicato de la Ertzaintza ErNE por el mismo motivo al entender que no estaba debidamente justificada la adopción del sistema de libre designación para determinados puestos que no son de la máxima confianza. La Ley de Función Pública, de hecho, prohíbe la libre designación por debajo del nivel 28, el de los comisarios, salvo en casos excepcionales y muy justificados.
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