Cómo el Coaching contribuye a salir de la Crisis

A modo introductorio deberíamos concretar de qué estamos hablando cuando hablamos de coaching, pues muchos son los sentados a esta cena y …

La International Coach Federation (ICF) define a nivel mundial el coaching como un proceso interactivo que ayuda a los individuos y a las organizaciones a desarrollarse más rápidamente y a producir resultados más satisfactorios. Como resultado, los clientes se fijan mejores metas, emprenden más acciones, toman mejores decisiones y utilizan más plenamente sus fortalezas naturales.

Definitivamente el coaching es la herramienta para el desarrollo de personas y equipos que más y mejor contribuye, no solo en los momentos de abundancia, sino también en los de escasez.

En este sentido son significativas las recientes investigaciones realizadas tanto por PriceWaterhouse Coopers a instancia de ICF  Global, como por Harvard (*), en las que se demuestra la efectividad del coaching en momentos de cambio. El estudio de Harvard concluyó que las tres principales razones para contratar a un coach fueron:

• porque desarrolla el potencial o facilita una transición (48%),
• porque actúa en el coachee como una “caja de resonancia” de las dinámicas organizativas (26%)
• porque reorienta conductas descarriladas o des-adaptativas (12%). (*) fuente HRB Research Report, january 2009

Del estudio realizado por PWC para ICF a nivel mundial en el que se recogió la información de más de 2.100 clientes de coaching en 64 países, se desprende que la principal diferencia de porqué los clientes eligen la opción del coaching sobre otras disciplinas, es porque el coaching es entendido como un trabajo que se enfoca a la elaboración de un “plan de acción”, más allá de centrarse en proceso de exploración de problemas. Esto nos habla de la tracción al cambio que el coaching genera de forma inequívoca en sus clientes. También aparece una clarísima conexión entre coaching y ROI (retorno sobre la inversión), estando entre los parámetros de mayor puntuación el aumento del desempeño profesional y la autoconfianza. Los resultados del estudio global muestran que el retorno medio de la empresa es del 700 por ciento, o siete veces la inversión en coaching inicial.

Si algo distingue sobre todo al coaching de otras disciplinas fronterizas, es precisamente su orientación sistemática al futuro, a lo que se quiere ser, conseguir, alcanzar…El pasado nos informa, sí, pero no nos determina. El Coaching nos abre diversas posibilidades de elección de las que antes no disponíamos. Y esto en momentos de crisis es esencial para salir de ella reforzado.

Especialmente, en el ámbito de la contribución del coaching a la orientación a los resultados empresariales, son muy significativos los datos de la Manchester Inc. En su estudio cuantificaba donde experimentaban mejoras las empresas encuestadas tras el impacto del coaching:

• Productividad (reportada por 53% de los ejecutivos)
• Calidad (48%)
• Fortaleza Organizacional (48%)
• Servicio al Cliente (39%)
• Reducción de quejas del cliente (34%)
• Retención de ejecutivos que recibieron coaching (32%)
• Reducción de costes (23%)
• Nivel mínimo de rentabilidad (22%)

Desde los políticos, altos directivos, vendedores, administrativos, operarios, etc. en el ámbito del executive coaching, hasta la intervención personal, familiar, en las ONG, etc. en el ámbito del life coaching, esta disciplina-profesión se muestra como el baluarte para toda persona que quiera afrontar, en compañía, un proceso de cambio. Sobre la base de los datos aportados y con las afirmaciones de los miles de clientes que honestado y están sirviéndose de estos servicios, podemos concluir que sin lugar a dudas el coaching profesional es una revolución en el desarrollo de personas.
ICF considera que el Coaching es un proceso de aprendizaje transformacional, no un programa de formación al uso. Es un proceso de intervención en personas y/o en organizaciones que persigue el cambio, ya que –como ya señaló Albert Einstein- “Locura es querer que las cosas cambien haciendo lo mismo”.

NOTA Este artículo ha sido elaborado por la Comisión de Relaciones Institucionales de la Internacional Coach Federation de España siendo sus componentes: Eva Gómez-Acevedo, Antonio Vega, Carlos Martinez y Juan Carlos de la Osa