Con motivo del Día Internacional de la Mujer, que se celebra cada 8 de marzo, conversamos con Ruth Fernández, HR Business Partner & Employee Experience Manager de Zurich, para analizar el papel de la mujer en el entorno empresarial y los avances hacia la igualdad de género.
Esta fecha, reconocida por la ONU, no solo reivindica los derechos de las mujeres y la equidad laboral, sino que también visibiliza los desafíos que aún persisten en materia de brecha salarial, acceso a puestos de liderazgo y la creación de entornos más diversos e inclusivos. Desde Zurich, una compañía pionera en la promoción de la igualdad retributiva y la diversidad, Ruth comparte su visión sobre cómo ha evolucionado la percepción del talento femenino, las barreras que aún enfrentan las mujeres y las iniciativas clave para construir un futuro más equitativo.
Desde tu experiencia, ¿cómo ha evolucionado la percepción del talento femenino en las organizaciones?
Yo creo que la percepción del talento femenino en las organizaciones ha evolucionado significativamente en las últimas décadas, especialmente en los últimos 8-10 años.
Recientemente leía en el informe de Atrevía que “El liderazgo femenino en las empresas cotizadas en España sigue evolucionando y que, en 2024, por primera vez, el IBEX 35 ha superado el umbral de paridad en sus consejos de administración, alcanzando una representación femenina del 41,22%” En Zurich, hace ya mucho tiempo que nuestro comité de dirección es absolutamente paritario, lo cual, es un mensaje muy sólido acerca del tipo de organización que queremos ser.
Las organizaciones, especialmente las grandes, han comenzado a reconocer que la diversidad de género puede contribuir de forma muy positiva. Las mujeres aportan diferentes perspectivas y enfoques a los problemas y oportunidades. No mejores ni peores, simplemente diferente. Aquellas empresas que lideran lo saben y lo ejercen.
Las medidas como la mayor representación femenina en puestos de liderazgo, políticas sociales en igualdad de género, campañas de concienciación o la educación en general, están siendo factores clave para el cambio cultural. Afortunadamente algo está cambiando y somos más valientes y transparentes a la hora de medir y de compartir esos datos públicamente.
La discriminación por cuestiones de género no debería medirse a través de una interpretación social. Las decisiones y los planes de acción deben configurarse en base a datos objetivos y reales.
En resumen, creo que la percepción del talento femenino en las organizaciones más grandes ha pasado de ser subestimada a ser valorada y promovida activamente. Aunque todavía hay desafíos y barreras que superar para lograr una verdadera igualdad de género -especialmente en las pymes y sectores tradicionalmente dominados por lo hombres- creo que vamos en la dirección correcta.
¿Cuáles son las principales barreras que enfrentan las mujeres en su desarrollo profesional y cómo pueden las empresas contribuir a derribarlas?
Las principales barreras a las que las mujeres se enfrentan dependen del entorno en el que se desarrollen. Fundamentalmente, están motivadas por sesgos y estereotipos de género que limitan las oportunidades de desarrollo profesional y frenan las promociones de mujeres a puestos de liderazgo lo cual impacta en la brecha salarial de género.
En empresas más grandes, esto ocurre con menor intensidad, pero lamentablemente, no en todos los ámbitos y sectores es así, por ese motivo, aquellas empresas que sí estamos trabajando para alcanzar la equidad real, tenemos la responsabilidad de ser referentes con nuestro ejemplo.
En cuanto al equilibrio entre la vida laboral y personal no considero que sea una barrera exclusivamente de las mujeres. En una sociedad como la que deseamos, las responsabilidades familiares deben ser compartidas, independientemente del género. Las empresas tenemos la responsabilidad de garantizar ese cambio apoyando a nuestros equipos con políticas de flexibilidad.
En cuanto al acoso y la discriminación, todavía están presentes en algunos entornos y es innegociable e inamisible que se tolere o se permita en ningún ámbito o circunstancia. Hay que ser totalmente inflexibles en ese aspecto.
A pesar de los avances, la brecha salarial sigue siendo una realidad en muchos sectores. ¿Cómo aborda Zurich este desafío y qué medidas consideras esenciales para eliminarla definitivamente?
La eliminación definitiva de la brecha salarial de género requiere de un compromiso continuo y una combinación de políticas, prácticas y una cultura organizacional que promueva la equidad y la inclusión.
En Zurich España, estamos orgullosos de haber obtenido por cuarta vez la certificación EDGE (Economic Dividends for Gender Equality), una de las más prestigiosas a nivel internacional, la cual, evalúa el grado de implicación de las organizaciones en términos de igualdad de género, pago equitativo, efectividad de las políticas y prácticas de Igualdad, y cultura inclusiva.
Para nosotros es muy importante que esta entidad, con la metodología de auditoría en diversidad de género más rigurosa a nivel mundial, nos reconozca con esta distinción, entre otras cosas, porque el porcentaje de brecha de equidad salarial es inferior a un 4% y, por lo tanto, estadísticamente irrelevante según la metodología.
Zurich fue la primera empresa del sector asegurador en España que obtuvo dicha certificación en 2015 y desde entonces, seguimos promoviendo la igualdad en todos los aspectos internos y externos. Medir y publicar regularmente los resultados de la brecha salarial de género, aumenta todavía más, la responsabilidad y el compromiso de la organización con la igualdad salarial. Estamos satisfechos con los resultados, pero nuestros datos no son un objetivo conseguido, sino una motivación para continuar trabajando.
En Zurich, ¿cómo impulsáis la creación de entornos laborales más diversos e inclusivos?
Como mencionaba, en Zurich llevamos ya mucho tiempo trabajando en la igualdad retributiva, basada en cinco áreas clave: igual salario por igual trabajo, reclutamiento y promoción, formación en desarrollo de los líderes y mentores, trabajo flexible y cultura de la compañía. La dirección de la compañía está comprometida con la diversidad y la inclusión y esas prioridades, están integradas en la visión y en el propósito de nuestra empresa.
Para garantizar que toda la organización contribuye a la Zurich que queremos, contamos con diversas estrategias que nos ayudan a crear entornos laborales diversos e inclusivos:
Por ejemplo; contamos con prácticas de contratación inclusiva como la revisión ciega de currículos o la creación de paneles de entrevistas diversos. Fomentamos la creación de grupos de recursos para nuestras personas, que representan las diversas identidades y experiencias con nuestros “Aliados por la diversidad” y disponemos de una comisión de igualdad que supervisa y participa de las decisiones estratégicas de la compañía y un site de igualdad a disposición de todos nuestros equipos.
Además, promocionamos el liderazgo femenino a través de “Mujeres Valientes”, un programa enfocado a promover la diversidad de género en la empresa, y centrado en el fomento del talento femenino para alcanzar la paridad en los puestos directivos donde el 48% de mujeres ha promocionado tras su paso por el programa y el 25% están en planes de sucesión a puestos de Comités de Dirección.
Y por supuesto, medimos y evaluamos regularmente el progreso en diversidad e inclusión lo cual nos permite identificar áreas de mejora y ajustar las estrategias según sea necesario.
Y como conclusión, ¿qué mensaje te gustaría dejar a las mujeres que aspiran a desarrollar una carrera en sectores tradicionalmente dominados por hombres?
El camino hacia el éxito en sectores tradicionalmente dominados por hombres puede presentar desafíos, pero también está lleno de oportunidades para crecer, aprender y liderar. El primer reto empieza en una misma, y es creer que se puede. Buscando aquello que nos hace diferentes y poniendo en valor las propias fortalezas y no intentando emular perfiles masculinos.
No podemos permitir que los estereotipos o las expectativas limiten o definan nuestro potencial. Hay que ser valiente y desafiar las normas, demostrando que el talento no tiene género.
Debemos apoyarnos y celebrar los éxitos de otras mujeres, creando una red de solidaridad y empoderamiento. Hay que trabajar con pasión y dedicación para alcanzar nuestras metas. Habrá obstáculos en el camino, sin duda, pero cada desafío es una oportunidad para crecer y fortalecerse.
Y por último y más importante, nuestra visión y esfuerzo pueden abrir el camino para futuras generaciones de mujeres. Hay que recordar siempre que, cada paso que da una mujer no solo es un avance para ella, sino también una inspiración para otras mujeres que siguen sus pasos.