En un mundo empresarial donde la competencia por el talento es feroz, la experiencia del candidato se ha convertido en un factor determinante en los procesos de selección. Para conocer más sobre esta realidad, hablamos con Antonio Sagardoy, CEO de Bros Group, quien nos ofrece una visión clara sobre las malas prácticas que ahuyentan a los profesionales y cómo impacta la candidate experience en las empresas.
«Sería un error entender que la experiencia del empleado empieza una vez alguien te firma una carta oferta. La tenemos que cuidar desde el momento en que una persona es candidata y está viendo una oferta de nuestra compañía. Ahí empieza el proceso de seducción» asegura el CEO. Para él, el proceso de selección debe ser un «enamoramiento mutuo». Si no se cuida la experiencia del candidato, existe un alto riesgo de perder talento valioso. «La probabilidad de que un buen talento se nos quede a medio camino y acabe aceptando otra propuesta es extremadamente alta», advierte.
El impacto de una mala experiencia del candidato
Una mala experiencia durante el proceso de selección no solo afecta a la reputación de la empresa, sino que también tiene un impacto directo en los resultados financieros. Sagardoy señala que «cualquier candidato que en fase final no acepte una oferta por una mala experiencia genera que la vacante esté mucho más tiempo abierta, con los costes asociados que eso conlleva».
Para Sagardoy, la clave está en convertir a cualquier candidato que pase por sus manos en un promotor de la marca del cliente: «Cuando decimos que estamos trabajando para una empresa, la manera en que hacemos nuestro trabajo impacta directamente en la percepción de esa compañía. Cuidar al talento es ayudar a nuestros clientes a ser más competitivos».
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