Cuando tus empleados conectan con la razón de ser de tu empresa, creas un vínculo que fortalece a tus equipos y atrae al mejor talento. Andrea Fuentes, consultora sénior en PrideCom, comparte con RRHHDigital el secreto para que tu propósito se interiorice y se viva tanto dentro como fuera de la organización.
Andrea, ¿por qué se habla tanto últimamente de la comunicación del propósito?
Porque es lo que realmente conecta a los empleados con la empresa. El propósito nos moviliza: cuando compartimos motivación, avanzamos en el mismo sentido.
Últimamente se dice que la generación Z está cambiando los paradigmas y busca trabajar en organizaciones que compartan sus valores. Pero ¿acaso no es lo que todos queremos? Ser coherentes con lo que pensamos y hacemos.
¿Y cómo se consigue este vínculo entre propósito y empleados?
Un propósito fuerte y genuino ya orienta la cultura y crea una conexión sólida. Pero las compañías se enfrentan a otro desafío: ¿cómo trasladar este propósito de manera efectiva? Aquí es donde la comunicación interna juega un papel crucial. Es el vehículo que permite a las personas interiorizarlo y hacerlo suyo. Hay que contar el relato de forma que todos se identifiquen con él y lo comprendan de la misma manera.
En uno de nuestros últimos proyectos en PrideCom, diseñamos para el cliente una estrategia enfocada en comunicar a través de experiencias, logrando que el propósito se viva, se haga propio y se conecte con el día a día de los profesionales.
Esta conexión que genera el propósito, ¿tiene algún otro impacto?
Por supuesto. Es el elemento definitivo para fortalecer tu marca empleadora. Cuando tus colaboradores viven y sienten suyo el propósito, lo transmiten entre sus círculos. A través de tus portavoces más creíbles, te posicionas como un empleador atractivo. O como se suele decir ahora un “employer of choice”.
En mis años de experiencia, he comprobado cómo la conexión con el propósito se convierte en orgullo de pertenencia. Por lo tanto, el impacto es enorme: has ganado un embajador fiel que contagiará su entusiasmo entre los compañeros y atraerá a nuevo talento que querrá vivir la misma experiencia.
Todo está interconectado. Este es el enfoque desde el que trabajamos en PrideCom: el propósito une, la comunicación interna lo impulsa y la marca empleadora lo proyecta.
¿Y es posible afianzar esta relación con tus nuevos embajadores?
¡Claro que sí! Aunque esta relación surge de forma natural y voluntaria, más que afianzarla, yo diría que hay que mantener la llama viva. Existen muchas tácticas, pero si estás empezando con tu marca empleadora, te recomiendo que conviertas a estos embajadores en protagonistas.
Dales acceso a tus canales internos para que sean ellos quienes cuenten tu propuesta de valor, publica sus testimonios en redes sociales para atraer a más candidatos y, sobre todo, ¡escúchalos para seguir mejorando!
Para terminar, ¿qué consejo le darías a las empresas que quieren comunicar su propósito?
El consejo es claro: el propósito no debe ser solo algo bonito en un papel. Tiene que ser algo real, que se viva a diario. No basta con decirlo, hay que sentirlo. La comunicación debe ser constante, real y llegar a todos, desde los directivos hasta el último empleado.
Si el propósito no se refleja en la experiencia diaria de las personas, no va a servir de nada. Así que asegúrate de que todos lo entiendan, lo compartan y, lo más importante, lo vivan.