Hoy no basta con ofrecer beneficios atractivos ni con llenar la oficina de facilities. Si quieres atraer talento del bueno, necesitas una marca empleadora auténtica, que refleje quién eres y por qué vale la pena trabajar contigo. Sergio García de Pablo, director ejecutivo de PrideCom, nos habla sobre cómo construirla desde la verdad. Porque una marca real no se inventa ni la genera una IA: se vive.
Sergio, ¿por qué la autenticidad es tan importante en la marca empleadora?
Porque las personas queremos saber qué hay detrás de la puerta: cómo se vive, qué valores se promueven y si realmente se cumplen las promesas que se hacen. Buscamos organizaciones que nos inspiren, que tengan un propósito claro y en las que nos sintamos valorados. Todas las empresas tienen aspectos positivos y diferenciadores; nuestro trabajo consiste en identificar lo más valioso que una compañía puede ofrecer a sus empleados y candidatos, y construir desde ahí una propuesta de valor.
Dices que todo empieza con la propuesta de valor al empleado. ¿Por qué?
Porque la EVP es el núcleo de tu marca empleadora. Para construirla, lo primero es escuchar a tus profesionales. No puedes diseñarla desde un despacho; necesitas entender qué valoran, qué les motiva y qué les hace quedarse. También es muy importante tener en cuenta la voz de la compañía y a tus potenciales empleados. Con esa información, ya puedes diseñar algo genuino. Copiar lo que hacen los demás, o crear una propuesta ‘para todos los públicos’, no tiene mucho sentido.
¿Qué papel juega la experiencia del empleado en la creación de esa marca empleadora?
Uno muy relevante. Si la experiencia del empleado no es buena, la marca empleadora se desmorona. Así de fácil. Tus empleados son tus mejores embajadores o tus mayores detractores. Si están contentos, hablarán bien de ti; si no, lo contarán ahí fuera. La experiencia del empleado no solo trata de cómo viven el día a día, también de cómo les haces sentir en momentos clave de su ciclo de vida en la empresa: desde el proceso de selección, el onboarding, su desarrollo e incluso su salida. Todo suma o resta a tu marca empleadora. Por eso, nosotros trabajamos con nuestros clientes no solo en la definición de ese journey, también en cómo optimizar cada momento para crear experiencias significativas.
Hablando de la vivencia de los profesionales, ¿cómo los empoderas para que sean embajadores de la marca?
Hay que empezar ganándose su confianza. Ningún empleado hablará bien de la empresa si no se siente valorado o no cree en lo que representa. Para involucrarlos, hay que darles voz: escuchar sus historias y ofrecerles las herramientas para compartirlas. No puedes obligarles a ser fans de tu marca, pero puedes darles razones para que quieran serlo. La experiencia nos dice que un buen embajador se consigue con un trabajo constante para que el vínculo con él siempre se mantenga vivo.
Las marcas empleadoras tienen cada vez más visibilidad. ¿Cómo podemos manejar las críticas?
Con mucha transparencia. Así lo comprobamos diariamente al gestionar portales de empleo como Glassdoor o Indeed para nuestros clientes. Las críticas internas son una oportunidad para mejorar, deben ser escuchadas. Si las críticas vienen de fuera, ya sea en redes sociales o a través de estos portales de empleo, hay que responder con hechos, no escurrir el bulto. Las personas no esperan que las empresas sean perfectas, pero sí honestas. Reconocer errores, y mostrar disposición para aprender, fortalece tu marca empleadora.
Y todo esto, ¿quién debe liderarlo?, ¿Recursos Humanos o Marketing?
Te diría que el éxito está en la colaboración. Recursos Humanos entiende muy bien la cultura y las necesidades de los empleados, mientras que Marketing tiene el expertise para comunicar el relato. Si quieren lograr resultados, deben trabajar como socios. En PrideCom lo tenemos claro: la sinergia es fundamental. Y como conectores, ‘hablamos ambos idiomas’, les ayudamos a alinear sus objetivos y, sobre todo, hacemos que brillen.
Para terminar, si tuvieras que dar un consejo a las empresas para dar forma a su marca empleadora, ¿cuál sería?
Todas las compañías tienen una historia única que contar. Avanza a tu ritmo, pero es fundamental ser coherente y entender que esto no es una moda; es el reflejo de quién eres como organización. Si detectas inconsistencias, trabaja en resolverlas. Es un proceso continuo que requiere dedicación. ¿La clave de la autenticidad? Diferenciación, coherencia y que tanto líderes como empleados sean los primeros en creer y vivir tu marca.