En la actualidad, la felicidad en el entorno laboral se ha convertido en un factor fundamental para la atracción y fidelizacin de talento, especialmente entre las nuevas generaciones. Sin embargo, el concepto de felicidad en el trabajo abarca mucho más que una simple satisfacción en el ámbito profesional. Los profesionales de Recursos Humanos (RRHH) juegan un rol crucial al crear un entorno que fomente esta felicidad sin intentar monopolizarla, entendiendo que debe construirse desde el individuo y su contexto personal.
Para profundizar en este enfoque, Patricia Iglesias, Chief People & Culture Officer en Techsoulogy, Ambassador de los Awards of Happiness, ha compartido su perspectiva sobre el papel transformador de RRHH en la creación de ambientes seguros, motivadores y alineados con los objetivos personales de los empleados. A través de estrategias de acompañamiento, liderazgo positivo y herramientas de medición, Iglesias nos muestra cómo el área de RRHH se convierte en una guía esencial para que cada colaborador alcance su máximo potencial en un entorno de auténtico bienestar.
- ¿Cómo definirías el papel de la felicidad en el lugar de trabajo y cuál crees que es la contribución más importante de los RRHH para fomentarla?
La felicidad en el trabajo es un tema cada vez más recurrente y con más relevancia dentro de las compañías, y, de hecho, las nuevas generaciones lo valoran como un “must” para poder escoger proyectos.
No obstante, y aunque pueda sonar algo distinto a lo habitual, considero que la felicidad (que la podemos entender de muchas formas distintas y que es un concepto muy amplio) no debe centrarse únicamente en el lugar de trabajo (y quiero que se me entienda con el únicamente, porque la salud mental en el entorno laboral es muy importante para mí), sino de forma individual, personal y única (aquí entraríamos en temas como el cuidado, la autoestima, las elecciones, las expectativas, etc etc etc) y de forma sistémica.
Muchas veces sentimos que se nos pone demasiado peso en la mochila de RRHH cuando hablamos de salud mental, y por supuesto debemos ayudar y colaborar, pero no somos el único factor (aquí también otro apunte, que es que hablo de situaciones normalizadas y no de posibles casos de acoso, discriminación, bullying, etc… en el trabajo, que obviamente son los precursores de la infelicidad).
Bajo un prisma sistémico e integral, una persona que cubre sus necesidades, que se siente bien, en paz, que tiene un círculo de personas de confianza que le motivan a ser mejor, que hace las cosas que le llenan y le motivan, que toma decisiones, y que se cuida (física y mentalmente) es feliz. Y es feliz fuera y dentro del trabajo, porque tiene las herramientas adecuadas para ello.
Lo que sí debemos (es nuestra obligación) hacer en el entorno laboral es que esa felicidad no salga perjudicada, no sea mermada, que podamos aumentarla y potenciar que las personas que forman parte de nuestros equipos estén motivadas, se sientan completas con esa parcela que corresponde al trabajo y en un entorno seguro para poder ser ellas mismas. Eso es para mí la felicidad en el entorno laboral.
Evidentemente, desde RRHH tenemos un peso importante a la hora de fomentar la felicidad en el trabajo. Nuestro papel pasa por detectar, analizar, medir, proponer, mentorizar y acompañar.
- Detectar qué áreas, liderazgos o acciones no están fomentando ese bienestar.
- Analizar los motivos y extraer métricas que nos den más información, además de la comunicación con los equipos de forma continuada para tener una visión mucho más global y, a la vez, específica.
- Medir de forma previa las situaciones, y de forma posterior, el resultado de las acciones llevadas a cabo.
- Proponer medidas de contención, de intervención y, sobre todo, de prevención de situaciones que mermen la felicidad en los equipos y en las personas.
- Mentorizar a las personas que lideran equipos en cómo fomentar ese bienestar, cómo aplicar las acciones propuestas, cómo liderar de forma alineada con la de la compañía y con coherencia, y detectar casos de liderazgo que no estén cumpliendo expectativas para poder intervenir.
- Y, evidentemente, y como la línea humanista que debemos recuperar en las empresas, acompañar a aquellas personas que no sean capaces de avanzar por sí mismas, comprender sus situaciones y contextos y poner recursos para ello, como en nuestro caso en Techsoulogy, una app de salud mental y sesiones de psicología.
No es poco… 😊
- En el contexto actual, ¿cuáles son los mayores desafíos que enfrentan los profesionales de RRHH y cómo los estás abordando en tu organización?
A mi parecer, el perfil de RRHH está en plena metamorfosis desde la pandemia (de la que “solo” hace 4 años), y es un desafío enorme.
Hemos pasado, en cuestión de muy poco tiempo, a ser departamentos mucho más estratégicos y de impacto. De hacer nóminas y cumplir con los procesos de selección de la forma más efectiva posible a plantearnos si lo estábamos haciendo suficientemente bien y a hablar del “fit cultural”. De estar en una sala como gestor@s a poder formar parte de comités de dirección y equipos de liderazgo decisores.
De no disponer de recursos porque no se consideraban importantes, a manejar herramientas de medición de clima o de eNPS que nos ayudan a tener una visión aún mucho más global de lo que ocurre en la compañía.
De no aportar, a poder desarrollar acciones y estrategias que impactan directamente en el desarrollo de cualquier proyecto dentro de la empresa.
De ser ajen@s a muchas cosas a comprender una cuenta de resultados y analizar cómo podemos colaborar a la hora de mejorar el ebitda.
De no tener visibilidad, a fomentar la marca empleadora y ser realmente un@s muy buenos, todo hay que decirlo, embajador@s de marca. Venta indirecta. Potenciación de marca. Puro branding…
A, realmente, y por fin, poder mostrar el valor añadido que tiene cuidar de las personas de los equipos. Personas más felices y comprometidas = personas más productivas y con un sentimiento de pertenencia mayor.
También los cambios sociales, los retos que nos plantean las diferentes generaciones en los puestos de trabajo, el cambio cultural y de necesidades de las personas que buscan proyectos, y una sociedad cada vez más líquida en la que necesitamos ser muy ágiles y con una mentalidad muy abierta.
Se nos abren infinitas posibilidades a la hora de colaborar, ayudar, mentorizar e incluso dirigir proyectos de cultura dentro de las compañías.
Personalmente, tengo comprobado que si somos capaces de trabajar desde una autocrítica positiva y saludable nuestra seguridad psicológica en el entorno laboral, se abren muchísimas posibilidades de mejora que impactan directamente en todas las personas del equipo, con toda su diversidad.
La clave está, como siempre, en escuchar a todo el mundo y recoger la mayor información posible. Colaborar. Construir de forma conjunta.
- ¿Qué papel juega la tecnología en tu estrategia de RRHH, especialmente en lo referente al seguimiento y mejora de la felicidad laboral?
Para mí la tecnología es clave porque me ayuda a automatizar tareas que no tienen valor añadido y que me quitan mucho tiempo, y porque me brinda una ventana maravillosa al mundo del “people analytics”.
Los sistemas de medición de eNPS y de clima laboral que utilizamos en Techsoulogy nos dan muchísima información sobre las áreas de intervención y sobre dónde debemos poner el foco.
Pero no debemos olvidar nunca que estas herramientas no sirven de nada si no hay una cultura de seguridad psicológica donde la gente pueda opinar y proponer sin miedo a ser castigada o ridiculizada por ello.
Una solución, como la que tenemos nosotr@s, es que se trate de un sistema anónimo real. Que ni las personas administradoras puedan saber de dónde salen las puntuaciones (sí se puede dividir por áreas o departamentos, obvio). Aunque considero que nuestra cultura corporativa es sólida y fomenta ese espacio de seguridad psicológica, el anonimato ofrece un abanico mucho más amplio de opinión a las personas que participan, sobre todo si deben opinar sobre algo que no ha funcionado bien.
Pero realmente la clave está en ser coherentes con las respuestas que nos brindan, y aplicando medidas correctoras.
Por muchas herramientas que tengamos, si no se aplican medidas o no se fomenta la mejora y una cultura coherente con los valores y la estrategia de la compañía, las personas del equipo irán dejando de responder de forma progresiva, porque dejarán de creer.
Es imprescindible trabajarlo como uno de los ejes del área de RRHH y demostrar que así es, para que el compromiso aumente y los resultados puedan ser fiables.
- Mirando hacia el futuro, ¿cómo imaginas la evolución del rol de los RRHH en la promoción de la felicidad y bienestar en el trabajo?
Como comentaba anteriormente, el rol de RRHH está evolucionando hacia un rol de mucho más mentorizaje y coaching.
A nivel de fidelización y promoción del bienestar en el trabajo, se pueden impulsar acciones para aumentar la satisfacción y el bienestar de los empleados como programas de reconocimiento, políticas que promuevan el equilibrio entre la vida laboral y personal, así como oportunidades para el crecimiento y desarrollo profesional.
Desde RRHH se puede tener un papel esencial en la creación de un ambiente donde las personas se sientan cómodas para compartir sus ideas y probar cosas nuevas sin miedo a fallar.
Crear este espacio de seguridad psicológica es fundamental para que el equipo se atreva a innovar y ser creativo.
Y esto, que también impacta directamente en el bienestar, se puede lograr implementando programas de innovación, organizando hackathons o creando plataformas colaborativas que permitan a los equipos trabajar de manera conjunta y eficiente.
Podríamos hablar de muchas más áreas donde RRHH tiene un gran impacto, pero lo más importante es no perder de vista la COHERENCIA en cada acción que se tome y cada mensaje que se transmita. Ahí es donde tenemos la oportunidad de marcar una diferencia real.
Destacar que el cambio es urgente. Hay que actuar ya como mentor@s de l@s líderes y como agentes de transformación cultural.
Como dije hace unos meses en otra entrevista: “Este cambio no es fácil, requiere valor y empoderamiento. Habrá muchos «no» en el camino, pero es fundamental ser resilientes. Vale la pena.”
Eso sí, para que funcione, además de la implicación de l@s profesionales de RRHH, l@s líderes de las empresas también tienen que estar dispuest@s a permitir este cambio. Si no, no será posible.
- Fuera del ámbito profesional, ¿hay alguna pasión o hobby que crees que contribuye a tu éxito y balance en tu rol de RRHH?
Sin duda, una vida personal equilibrada, la posibilidad de disfrutar de actividades que me llenan fuera del día a día laboral (viajar, leer, caminar, familia, amigos…)
El ser una persona con un alto nivel de empatía ayuda mucho en la profesión, así como la generosidad y la humildad. Son características con las que me siento cómoda, a nivel personal, y cuando me las encuentro en otras personas. Me hacen conectar enseguida (de la misma forma que lo contrario me provoca dificultades). 😊
No obstante, y para no fomentar la idealización o la perfección, como nos ocurre hoy en día con las redes sociales, he de decir que no siempre fue así.
He necesitado trabajar en muchos sitios y muchos años para saber dónde me veo mejor y dónde no aporto nada.
He necesitado much@s líderes para conocerme bien y conocer bien el estilo de liderazgo que mejor encaja conmigo.
He sufrido ansiedad, he tenido carencias económicas y trabajos precarios…
Pero con trabajo y pasión, de verdad, todo llega.
Lo que sí recomiendo enormemente, y que para mí es mi “hobby insustituible”, es la meditación.
Hace ya 6 años que aprendí a practicar la meditación budista, y como ya le dije a mi maestra en su momento, me cambió la vida.
Poder practicarla de forma continuada me ayuda a equilibrar mis emociones y a poner foco realmente en lo que es más o menos importante, sin perder la perspectiva (no siempre lo consigo, eh!, pero sí la mayoría de las veces) 😉
Y no es necesario dedicarle muchísimo tiempo. Cuando aprender a gestionarlo, con 10 minutos al día es suficiente.
El poder controlar el estrés (no saludable) con la respiración en un momento determinado es algo que le recomiendo enormemente a todo el mundo. Un antes y un después.