Francisco Javier Sanz, Responsable de Relaciones Laborales de GEFCO España

Francisco Javier Sanz es actualmente Responsable de Relaciones Laborales de GEFCO España (Grupo PSA Peugeot-Citröen). Anteriormente ejerció la abogacía en bufetes especializados en Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social. Ha sido también Responsable de Relaciones Laborales del Área de Hipermercados de Centros Comerciales Carrefour.
 
Sanz es licenciado en Derecho por la Universidad Autónoma de Madrid y profesor del módulo de Relaciones Laborales del Curso Superior de Logística Integral e Ingeniería de Marketing, impartido por la Escuela de Negocios IEDE en colaboración con la Universidad Europea de Madrid (2007).

Como profesional de los Recursos Humanos, ¿Qué significa para usted dicho término?

Tradicionalmente la administración de personal implicaba una actividad puramente estática en línea con los conceptos que se suponían básicos en la cadena de producción: tierra, trabajo y capital. No había un valor añadido a la empresa. Se gestionaba el papeleo administrativo y las políticas sociales eran una quimera.

Sin embargo, la concepción moderna de los Recursos Humanos ha superado hace largo tiempo esa idea. Ahora las compañías hablan de personas y no de trabajadores o productores, porque son las personas, con todos los valores que les acompañan, el auténtico capital que mueve a las empresas. Conceptos como inteligencia emocional, conciliación de la vida laboral y familiar, carreras, liderazgo, coaching, etc., demuestran el interés en seguir a las personas en su evolución y en su desarrollo futuro, porque son el cerebro que mueve al resto de órganos.

¿Cree que RRHH debería reivindicar en la empresa española la importancia que realmente tiene, tendría que venderse mejor?

Sin duda los tiempos van parejos a la evolución que del concepto he hecho. Cada día los profesionales de RRHH se integran más en los órganos de gobierno de las compañías, ya no es una labor de backstage, mas al contrario, se pisa el escenario a diario y eso se ve constantemente. Por ello y, aunque ya avanzamos por la senda adecuada, todavía queda por hacer, si bien es más una labor de concienciación dirigida hacia todos los actores sociales de las compañías, puesto que la ventaja que tiene RRHH al dar servicio  al resto de las direcciones, es que puede llegar a todos y expresarse en su mismo lenguaje, añadiendo un plus de calidad pues incorpora una visión global de conjunto que no siempre todos aciertan a tener.

¿En qué se diferencia la dirección y el departamento de RRHH de un importante Grupo de Logística de los de otro tipo de empresas? ¿Qué características propias y distintivas cree que tiene su organización?

Cuando trabajas con, por y para personas, no existen tantas diferencias, éstas se encuentran más en la línea de las actividades que se desarrollan y no tanto en las personas que las desempeñan. Y nosotros, no lo olvidemos, nos ocupamos de las personas. Intentamos hacer que los colaboradores que dan su esfuerzo e ilusión se sientan recompensados por lo que reciben y, sobre todo, valorados. Queremos llegar a tener un colectivo de fuerte motivación, cohesionado y con un alto grado de profesionalización, que sienta los “colores” de esta Compañía, que crea de verdad en GEFCO como proyecto de empresa ágil, dinámico y moderno. Esa es la política que desde la Dirección General se viene persiguiendo desde hace tiempo, y es en esa línea en la que estamos trabajando actualmente.

En un Grupo como GEFCO donde la actividad varía según el tipo del sector cliente que sea, ¿cómo afronta los crecimientos de plantilla de cara a tipo de actividad?

Nuestra actividad como empresa está fuertemente marcada por el servicio que damos a la industria del automóvil, que es uno de los pilares de las economías mundiales y que no está pasando por los mejores momentos de su historia. Pero la experiencia nos dice que todo esto es cíclico, y que volverá a salir el sol, todos los días sale, aunque lo que varíe sea la hora del amanecer. En este sentido, conviene hacer un poco de historia, durante los años posteriores a la crisis de 1991, se  cerraron empresas y recortaron plantillas; GEFCO, por el contrario,  supo apostar por hacer cantera con nuevas contrataciones, por abrir nuevas delegaciones y por aguantar el tirón, con el fin de estar posicionada en el futuro, como así ha sido.

¿Cómo está organizado su departamento?

Está organizado bajo el criterio de la polivalencia o expresado más gráficamente: todos hacemos de todo. Funcionalmente trabajamos en las áreas de administración de personal, relaciones sociales, prevención y seguridad, comunicación, desarrollo y planificación, jurídico… Tenemos claro que la especialización es necesaria en cada una de las materias que abordamos, pero no es menos cierto que ya han pasado los tiempos en que las personas se dedicaban a una actividad estanca. Ahora hay que ser rápido  en las decisiones, y puesto que somos un departamento ejecutivo y de apoyo, no podemos ralentizar las acciones a tomar. Solemos decir que los asuntos no los llevamos en fila, sino que abrimos los brazos y los vamos empujando en bloque.

¿Qué objetivos y/o proyectos tiene su departamento a corto, medio y largo plazo?

Podemos hablar de dos tipos de proyectos: corporativos y locales. Los primeros son los que impulsa el Grupo GEFCO desde su sede en París y que se ponen en práctica simultáneamente en todas las filiales con el fin de homogeneizar procedimientos y resultados. Seguimientos de carrera, planes de formación, reducción de la siniestralidad laboral, son buena muestra de ello.

En local tenemos varios proyectos muy interesantes: instalación de desfibriladores cardíacos en centros de trabajo de alta densidad, puesta en práctica de planes de igualdad de género, proyectos de formación con participación voluntaria, contratación de una empresa de servicios sociales de reconocido prestigio para ayudar a los colaboradores y sus familias a conciliar los problemas que puedan tener en su vida diaria, etc., tendente todo ello a lograr que las personas que hacen posible que GEFCO España se sitúe en los primeros puestos de las listas de empresas logísticas, se puedan sentir, al menos, bien.
 
¿Cuál es el mejor aliado del área de Recursos Humanos en la empresa?

La Dirección General, por supuesto. De ella parten todas las políticas a seguir y es el primer área que debe tomar conciencia de las cosas. Nosotros necesitamos en algunas ocasiones contar con su apoyo para poder centrar materias en otras áreas y poder desarrollar proyectos que impliquen un grado de concienciación mayor que lo normal, sin duda, es nuestro especial valedor. Y esta relación es bidireccional.

¿Considera que el director de recursos humanos debe formar parte del comité de dirección? ¿Por qué?

Sí, ese nuestro caso además. Las empresas tienen que defender una cuenta de resultados para sus accionistas, se busca un beneficio a un dinero invertido que a la vez crea riqueza por el camino. Pero si el capital monetario es importante, más lo son las personas. Creemos firmemente que son el mejor capital que tienen las empresas. Tenemos una visión global, somos profesionales de la negociación, podemos acercar las tradicionales posiciones enfrentadas del área operacional, con las comercial, con la administrativa… No porque seamos mejores sino porque nos dedicamos a ello. Tenemos que ser un poco ese hombro que todos alguna vez necesitamos, algo psicólogos, algo padres, algo  hermanos, algo profesores, una pizca de policía, un poco de juez, sal y pimienta y ya lo tenemos.
Y es por eso que nuestra función en un Comité de Dirección se hace esencial, es uno de los apoyos de la Dirección General en la toma de decisiones.

¿Qué le falta y qué le sobra a la función de Recursos Humanos?

Un tema recurrente es la escasez de, valga la redundancia, recursos, siempre tendemos a quejarnos de las carencias en el sentido de que con más medios podríamos hacer muchas más cosas y mejor de las que hacemos. Sin embargo, esto es también predicable respecto del resto de áreas, pues todas recitan el mismo mantra.

¿Hay algo que, profesionalmente, hubiera querido hacer y no ha podido?

Aunque afortunadamente todavía quedan años y ánimos para ello, dedicar parte de mi tiempo a la enseñanza del Derecho del Trabajo sí es algo que habría querido hacer. Reconozco que es una disciplina que me apasiona y, aunque mis conocimientos y experiencia en la materia son más que modestos, me hubiera gustado poder trasmitir los mismos a quien empieza su andadura profesional y, sobre todo, la convicción de que el esfuerzo merece la pena.  

¿Es la de Recursos Humanos una función en permanente evolución o sigue necesitando del empuje que sí tienen el resto de funciones en la empresa?

Hay que seguir empujando, no podemos estar quietos ni ser tan necios en pensar que está todo hecho desde la atalaya que ocupamos. El mundo cambia, las personas cambian, todo está evolucionando y cada vez más rápido. Es necesario el apoyo de todos los que forman la empresa. Esta se mueve por el impulso vital que todos sus componentes la dan cada día y, o te amoldas al cambio, o te quedas atrás. Y en esa carrera GEFCO hace tiempo que apostó por el cambio continuo en todas sus estructuras.

¿Cuál ha sido su mayor satisfacción profesional?

Terminada la Licenciatura en Derecho, comencé a trabajar en una actividad que, por supuesto, nada tenía que ver con tales estudios, pero, desde ese mismo día, poder prestar servicios en cada una de las empresas y bufetes en los que lo he hecho ha sido la mayor satisfacción profesional. Y, como no, también pertenecer a una magnífica empresa como es GEFCO.