“He visto a grandes profesionales, totalmente desmotivados, colgar todo su potencial en el perchero y dedicarse únicamente a ‘cumplir’”

Beatriz García Ricondo (Madrid, 1970) en la actualidad es coach de empresa y personal, formadora y consultora de RRHH. Licenciada en derecho por la Universidad Autónoma de Madrid y máster en organización y dirección de recursos humanos por el Instituto de Desarrollo de Directivos, se formó en Coaching y Programación Neurolingüística en el Instituto de Potencial Humano; actualmente se está formando en Inteligencia Emocional en la Universidad Camilo José Cela.
 
Comenzó su carrera profesional ejerciendo la abogacía, de donde pasó al campo de los recursos humanos en el grupo Amper y, posteriormente, en Compagnie des Wagons-España, empresa del sector servicios con 1700 trabajadores, filial de la multinacional hotelera Accor. En esta última ha sido directora de recursos humanos y asesoría jurídica.

Hace algunos meses dejó la dirección de recursos humanos de Compagnie des Wagons-España y creó Entorno Coaching

¿Por qué Entorno Coaching?

En un entorno de cambio permanente como el que estamos viviendo, y que será la tónica general de este nuevo siglo, considero que el coaching es un recurso fundamental para gestionar el cambio.

Por ello mi idea de crear Entorno Coaching, con el objetivo de hacer consciente a cada persona que se acerque a mí de que las riendas de su vida están en sus manos y de que el cambio que desea sólo puede operarlo cada uno desde dentro. Y desde ahí, desde la toma de consciencia, ayudarle a poner en marcha todos los mecanismos necesarios para lograr lo que desee. Para crear su propio entorno.

“Haz tu vida más fácil, crea el entorno que deseas” ¿Qué significa esto?

Se trata precisamente de devolver el poder a cada persona. De que cada uno de nosotros seamos conscientes del amplio abanico de posibilidades que nos brinda la vida y tomemos la iniciativa de elegir lo que deseamos vivir, y no lo que “nos haya tocado”. Asumir el poder conlleva abrirse a nuevas posibilidades de actuación.

Mi deseo es que el coaching trascienda más allá de las empresas y de los directivos de primer nivel, como herramienta de cambio y desarrollo personal. Para que todas las personas tengan a su alcance la posibilidad de ser más conscientes de sus propias vidas y modificar lo que no les satisfaga.

Cada vez se oye más hablar de coaching en el entorno empresarial. ¿Cuál es tu visión del coaching en las empresas?

El coaching será un recurso necesario durante el siglo XXI para todas las empresas que quieran sobrevivir en una época de cambio permanente. Es básico para incrementar el bienestar personal y conseguir el equilibrio que redundará en un buen rendimiento profesional. Puesto que somos personas antes que profesionales, cualquier desequilibrio a nivel personal tiene sus efectos en cómo desarrollamos nuestro trabajo y, por consiguiente, en nuestro rendimiento y en los resultados de las empresas en las que trabajamos.

Durante mi experiencia en el entorno empresarial he visto casos de grandes profesionales totalmente desmotivados que han decidido, cada mañana al llegar al trabajo, colgar todo su potencial, capacidades, ilusión, etc. en el perchero junto al abrigo o la chaqueta. Y se dedican únicamente a “cumplir”.
 
Estas personas han optado por no aportar su valía a las organizaciones para las que trabajan, porque se siente ninguneadas, menospreciadas, ignoradas. Este modo de gestión de las personas sólo puede llevar al fracaso de las empresas. Y si queremos lograr empresas exitosas, debemos tener claro que la diferencia entre el éxito y el fracaso la marcan las personas que componen la organización.

El rendimiento en el trabajo está íntimamente relacionado con el grado de satisfacción, de manera que aprender a manejar nuestras emociones nos ayudará a mejorar los climas laborales y la vida de los equipos.

En este sentido, en el coaching tenemos una magnífica herramienta para devolver el poder a la persona, para hacerle consciente de sus competencias, y también de sus incompetencias, para darle la llave de su propia evolución y desarrollo que le permitirá crecer como persona y como profesional.

Asumir la responsabilidad y el poder, transformar al observador que cada uno tenemos dentro, diseñar y poner en marcha nuevas acciones para alcanzar los resultados que deseamos son los fines de un proceso de coaching exitoso.

Las empresas que conceden importancia a estos aspectos aportan una clara diferencia de servicio en el mercado, ya que al mejorar la calidad de su atención a los clientes y aumentar el bienestar entre los trabajadores actúan a favor de la propia compañía.
 
¿Qué beneficios puede aportar el coaching?

El coaching es la herramienta más potente que conozco para liderar cambios, tanto a nivel personal como organizativo. Las personas no se resisten al cambio, a lo que se resisten es a ser cambiadas. El coaching es una invitación al cambio, a atreverse a pensar de forma diferente, a revisar nuestros planteamientos y nuestras ideas preconcebidas sobre el mundo que nos rodea.

Los cambios en las organizaciones no serán efectivos ni perdurarán si las personas que las componen no los hacen suyos. Como personas, el coaching nos hace más conscientes de aquellos aspectos que debemos cambiar para mejorar nuestra calidad de vida.

A través del coaching se trabaja para recorrer el camino que separa a cada persona de lo que desea ser. Para ello se potencian sus competencias y se desafía a la persona para que vaya más allá del lugar donde se queda normalmente, para que aproveche al máximo sus capacidades.

¿Cómo se trabaja en un proceso de coaching?

El coaching surge como una valiosa herramienta de desarrollo cuando la persona se enfrenta a una situación ante la cual se considera incompetente y, por consiguiente, dicha situación se convierte en un problema para ella. Se trabaja siempre en base a un objetivo. Cualquier objetivo con el que quiera trabajar el coachee debe ser específico, medible, alcanzable, motivador e inscrito en un marco temporal de referencia.

Fijado el objetivo, el coachee, con la ayuda del coach, generará multitud de opciones y posibilidades para crear nuevas alternativas de respuesta a la situación problemática, a partir de las cuales se establecerá un riguroso plan de acción y seguimiento para lograr el objetivo marcado.

Y para que todo ello sea posible, es preciso generar un entorno de crecimiento y de aprendizaje a través de la confianza, el respeto y la humildad.

En un sector con tanta oferta como este,  ¿qué valor añadido aportáis Entorno Coaching y tú misma?

Lo que soy hoy es el resultado de un largo proceso de maduración que me ha permitido vivir muchas situaciones diferentes, convivir con muchos tipos de personas, cuestionarme muchos planteamientos y puntos de vista y resolver todo tipo de problemáticas interpersonales a través del acuerdo y de la negociación.

En mis quince años de experiencia profesional he ocupado diversos puestos de responsabilidad en áreas como los recursos humanos, la comunicación, la asesoría, etc., al frente de todo tipo de personas.

Tengo una sólida formación en diversas áreas humanistas -derecho, recursos humanos, coaching, pnl, técnicas de liberación emocional, etc.- que me permiten abordar un proceso de desarrollo personal desde diferentes enfoques. Y, sobre todo, disfruto aprendido cada día.

Sin embargo no creo que mi principal valor añadido sea mi experiencia profesional, ni mi formación como coach, sino mi experiencia como ser humano que lidera su propio proceso de crecimiento como persona y como profesional. Porque ser coach no es ejercer como tal un número de horas al día o a la semana. Ser coach es una filosofía de vida basada en el respeto a ti mismo y a los demás, en la humildad para reconocer nuestras debilidades y para saber colocarte en la posición de guía y no de maestro, y en la confianza en que todos tenemos las capacidades para lograr lo que nos proponemos.

Walt Disney dijo “si lo puedes soñar, lo puedes hacer” y tenemos que atrevernos a ponerlo más en práctica.

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