José María Fidalgo
Vinculado al movimiento sindical desde 1974, participa activamente en el movimiento MIR (Médicos Internos y Residentes), siendo despedido en 1975 por su actividad sindical. Como consecuencia de la amnistía laboral es readmitido en el hospital La Paz en 1976.
Ingresa en CC.OO. en 1977. Es elegido secretario general de la Federación de Sanidad en 1981, cargo que ocupa hasta el 4º Congreso de la Federación celebrado en octubre de 1987. En noviembre de ese mismo año, en el 4º Congreso Confederal, es elegido Secretario de Política Institucional, cargo para el que es reelegido en el 5º Congreso, celebrado en 1991, y en el 6º, celebrado en 1996.
Como secretario de Política Institucional de CC.OO. participa en la mayoría de los procesos de negociación y movilización del sindicato, destacando en 1990, tras la huelga general del 14 de diciembre de 1988, los Acuerdos por los que aumentan las pensiones asistenciales y de ayuda familiar. Participa en la negociación del Acuerdo para la Consolidación y Racionalización del Sistema de Seguridad Social, de octubre de 1996, que significó un hito en la consolidación del sistema público de pensiones, mejorando las prestaciones más bajas (viudedad y orfandad); también en el Acuerdo de septiembre de 1999 entre CC.OO., UGT y el Gobierno, por el que se aumentaron considerablemente las pensiones mínimas.
En el 7º Congreso Confederal., celebrado en abril de 2000, es elegido secretario general de CC.OO., destacando durante su mandato la firma del Acuerdo para el desarrollo y la mejora del sistema de protección social con el Gobierno y la CEOE; la realización junto con UGT de una Huelga General el 20 de junio de 2002 contra una reforma laboral impuesta por decreto ley por el Gobierno del PP, que ante la altísima participación de los trabajadores no tuvo más remedio que modificar; los Acuerdos interfederales de negociación colectiva de los años 2002 y 2003 y la prórroga para el 2004; el SIMA, Acuerdo Interfederal de Mediación Arbitraje y Conciliación, todos ellos con UGT, CEOE y CEPYME; el Acuerdo de mejora de las condiciones salariales de los empleados públicos y de modernización de las Administraciones Públicas y el Acuerdo de Prevención de Riesgos Laborales con UGT, CEOE y CEPYME, transformado en Ley por el Gobierno en 2003.
Reelegido secretario general de CC.OO. en el 8º Congreso Confederal celebrado en Abril de 2004, resalta el Acuerdo entre sindicatos, empresarios y Gobierno de la Ley de Dependencia, cuarto pilar del Estado de Bienestar y del que José María Fidalgo fue uno de sus más firmes impulsores en su etapa de secretario de Política Institucional de CC.OO., y la firma de los acuerdos de Formación Profesional para el Empleo y IV Acuerdo Nacional de Formación, sobre Mercado de Trabajo y de Pensiones.
En 2007 José María Fidalgo fue elegido por los lectores de RRHH Digital uno de los personajes más influyentes del mundo de los recursos humanos en nuestro país, siendo, además, el líder sindical mejor valorado.
Señor Fidalgo, siendo usted médico ¿Qué le hizo dejar su profesión para dedicarse al sindicalismo?
Quizá los mismos valores que me llevaron a estudiar medicina son los que posteriormente me empujaron a situarme al lado de los más débiles y a dedicarme a la actividad sindical. Yo me decidí a estudiar medicina, entre otras razones, porque me gustaba la idea de ayudar a la gente; fue siendo estudiante universitario cuando los valores de justicia, igualdad y solidaridad, que de alguna manera ya se habían ido forjando en el seno de mi familia, tomaron forma. En aquel momento, esos valores se manifestaron como un signo lógico de rebeldía, no sólo por la juventud, sino por el rechazo que me generaba el régimen dictatorial de entonces. De ahí pasé a las movilizaciones de los MIR y a encuadrarme en la federación de sanidad de CCOO.
¿Regresará usted algún día a la medicina o una vez que se es sindicalista a este nivel es imposible dedicarse a otra cosa?
Por supuesto que uno puede dedicarse a otra cosa; no sé si volveré a la medicina en calidad de cirujano traumatólogo, ya que para ello necesitaría de un reciclaje para el cual no sé si tengo edad, pero, en cualquier caso, el haber ocupado la secretaría general de CCOO no sólo no me imposibilita para otras cosas sino que te da una experiencia y perspectiva muy útil en todos los campos, incluso en el mundo de la sanidad.
¿Hasta cuándo como Secretario General de Comisiones Obreras? ¿Se va a presentar a la reelección?
Hasta que mis compañeros y compañeras lo consideren conveniente, dentro de los límites que establecen nuestros estatutos. Es pronto para decir si me presentaré a la reelección, ya que los trabajos congresuales acaban de empezar; tenemos tiempo para abordar ese debate.
¿Cómo ve la economía española y el mercado de trabajo en los próximos meses?
Sin alarmismo pero con preocupación. Se ha producido lo que ya se intuía hace algún tiempo, los sectores sobre los que ha pivotado el crecimiento económico durante un largo período de tiempo, la construcción y el sector servicios, han empezado a perder fuelle sin que el sector industrial, aunque ha crecido, haya cogido el relevo. La consecuencia: La pérdida de empleo. Además, los desempleados de hoy son más vulnerables que los del pasado, por la naturaleza de sus contratos y por su origen, como es el caso de los inmigrantes, que se encuentran sin derecho a prestaciones y sin la familia, que podría servirles de red de seguridad.
¿Cree que por parte de los agentes sociales se está haciendo lo suficiente para que la crisis nos afecte a los españoles lo menos posible o tendremos que esperar hasta después de las elecciones de marzo para que alguien haga algo?
Los agentes sociales, en el inicio de este período de desaceleración, suscribimos el Acuerdo Interconfederal para la Negociación Colectiva de 2008, donde, entre otras muchas cosas, se sitúa una política salarial ajustada a una realidad como la presente. En todo caso hemos hecho recomendaciones cuando se elaboraron los PGE, y, posteriormente, CCOO ha hecho llegar a todas fuerzas políticas y al mismo Gobierno un documento titulado “Aprovechar el cambio de modelo de crecimiento y construir nuevas redes de protección”, que, con modestia y sinceridad, contiene propuestas que consideramos pueden ser útiles para afrontar la situación actual con los ojos puestos en el futuro.
De todas maneras, la inmediatez de las elecciones obliga a desplazar cualquier actuación en profundidad para cuando se conforme el nuevo gobierno.
¿Debería
La naturaleza de la crisis en EEUU no es exactamente la misma que la de la desaceleración que padece Europa, eso explica que las “recetas” no tengan que ser exactamente las mismas. En todo caso, somos respetuosos y corresponsables con las decisiones que se adopten en el ámbito europeo, y habrá tiempo para ver cómo actúa el Banco Central.
¿Qué programa electoral de los dos partidos mayoritarios le convence más en lo relativo a políticas sociales y laborales?
Es conocido que CCOO, desde su autonomía, no se pronuncia sobre los programas electorales de las fuerzas políticas; somos respetuosos con todos ellos. Eso no impide que los analicemos desde el contraste con las propuestas que autónomamente ha construido el sindicato, y en ese sentido todo el mundo entenderá que estemos más cerca de aquellos que sitúan en la centralidad de sus propuestas la creación de empleo, la reducción de la temporalidad, el combate contra la siniestralidad laboral, la igualdad real entre hombres y mujeres, el estímulo de un patrón de crecimiento que apueste por los sectores industriales que aportan mayor valor añadido a nuestros productos y que pueden permitir que nuestra economía sea más competitiva, que estén decididos a profundizar y a hacer sostenible nuestro sistema de protección y el estado del bienestar…
Dicho todo esto he de confesaros que nos ha parecido lamentable el espectáculo que se ha dado con la “subasta” a la que se ha sometido nuestro sistema fiscal por parte de los dos grandes partidos con posibilidades de formar gobierno.
¿Serán capaces de financiarse algún día los sindicatos exclusivamente con las cuotas de sus afiliados?
Para nosotros éste es un objetivo prioritario, y estamos dando pasos de gigante en esa dirección. El concepto de autonomía sindical que acuña CCOO incluye la autofinanciación y la no dependencia de subvenciones públicas. Dicho esto, considero que es bueno no perder de vista el papel que le asigna la Constitución Española a los sindicatos y las leyes que regulan la financiación pública de los agentes sociales, ya que, de lo contrario, alguien podría creer que estamos recibiendo financiación del Estado de manera ilegítima, y nada más lejos de la realidad.
¿Para afiliarse a un sindicato como CC.OO., UGT, etc. es necesario “ser de izquierdas”? ¿Es compatible ser de derechas y sindicalista?
Para afiliarse a CCOO sólo es necesario ser asalariado y ser respetuoso con el código de derechos y deberes (como es pagar la cuota) que regulan nuestros estatutos; a nadie se le pide identificación política alguna, lo que no impide que, mayoritariamente, nuestros dirigentes sindicales compartan los valores que tradicionalmente han identificado a la izquierda.
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