El recinto ferial de IFEMA se ha convertido en uno de los núcleos más importantes de la Comunidad de Madrid en la lucha contra el coronavirus. Hace casi dos semanas que se levantó un hospital de cmapaña con capacidad para más de 5000 camas destinado a aquellos pacientes con coronavirus con situaciones de menor gravedad. Un proyecto de nada menos que 85.000 metros cuadrados y que está sirviendo para descongestionar los hospitales madrileños en un momento crítico y vital para detener al Covid-19.
Pero más allá de la ayuda sanitaria y social que supone el hospital de campaña, desde IFEMA han demostrado formar un equipo de trabajo sólido y muy solidario, pues gran parte de sus empleados se han apuntado como voluntarios para ayudar en todo lo necesarios.
Entre estos voluntarios destacamos a María Sánchez, directora de personas, calidad y RSC de IFEMA quien nos atiende para hablarnos de la situación desde dentro. Nos transmite optimismo y muchas ganas por seguir ayudando de todos y cada uno de los que, desinterasamente, están colaborando.
Además, también nos habla sobre cómo están gestionando esta situación entre los empleados de IFEMA y nos relata los principales valores que necesitan ahora mismo los líderes para «cohesionar y motivar a sus equipos».
¡No te pierdas la entrevista a una más de la heróinas que estamos viendo estos días!
Pregunta. El caso del hospital de IFEMA es un logro para estar orgullosos, ¿lo sentís así?
Respuesta. Sí, es un inmenso orgullo para todo el equipo de IFEMA poder prestar nuestro servicio y compartir nuestra experiencia, con quienes más apoyo necesitan en estos momentos tan excepcionales. Así es como lo sentimos y vivimos desde dentro, con un fuerte compromiso hacia la sociedad y hacia Madrid, la ciudad con más afectados de toda España, y a la que estamos estrechamente ligados .
La solidaridad forma parte del ADN de IFEMA, y por desgracia, ya hemos aportado nuestras instalaciones y ofrecido nuestro apoyo en situaciones equiparables como fue el 11M o el accidente de SpainAir. Por esta razón, y por responsabilidad no dudamos un instante en ponernos a disposición de las instituciones para levantar en nuestras instalaciones un Hospital de tal envergadura, con 85.000 m2 de superficie y con capacidad para 1.300 camas ampliable hasta las 5.000, en tiempo record, tan sólo 18 horas, y que diariamente se ve reforzado con más y mejores equipaciones técnicas.
P. Te hemos visto de voluntaria. ¿En qué consiste vuestra ayuda?
R. El equipo que se ha organizado de voluntarios está siendo una pieza clave en la gestión de apoyo en distintas funciones del Hospital. Gracias a su generosidad y al entusiasmo por ayudar , prestan su apoyo al casi centenar de pacientes que diariamente reciben el alta, ofreciendo un soporte indispensable para que se sientan atendidos y acompañados en el proceso de retorno a sus domicilios; y en el caso de aquellos pacientes que conviven con personas de riesgo son llevados a hoteles medicalizados, para que puedan pasar la cuarentena alejados de sus propios familias.
P. ¿Cómo os estáis adaptando dentro de la compañía a este nuevo escenario?
R. Desde la declaración del Estado de Alarma, tenemos a más del 87% de la plantilla trabajando desde sus domicilios con un ordenador portátil y un teléfono corporativo proporcionado por Ifema. Se ha ampliado la capacidad de los sistemas para maximizar el número de usuarios concurrentes conectados a nuestra VPN y se han habilitados herramientas que facilitan las reuniones virtuales. Hemos desarrollado guías para trabajar en remoto que facilita la labor de los managers dando unas pautas o recomendaciones para gestionar el día a día. Y, la experiencia está siendo muy positiva.
P. ¿Es el momento más que nunca de que aflore el liderazgo, el compromiso, la confianza, el trabajo en equipo…?
R. Sin duda esta situación límite que estamos viviendo hace aflorar los valores que todos llevamos dentro. El liderazgo y la manera de relacionarnos con los equipos ha cambiado por completo. Ahora más que nunca, los líderes digitales deben desarrollar una labor fundamental de cohesión y motivación a sus equipos. La complejidad de gestionar en remoto, demanda nuevas habilidades: la comunicación continua, la flexibilidad para adaptarnos a las necesidades de conciliación y la planificación son cruciales en este nuevo contexto. Todos necesariamente pasaremos por un proceso de reskilling que nos convertirá en profesionales más sólidos y mejorar preparados para afrontar los retos de la digitalización.
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