Escribí en mi blog en Septiembre del 2008 un post titulado “creatividad y desarrollo social”. En él formulaba la afirmación de que el desarrollo de la creatividad en las organizaciones era uno de los elementos claves para su éxito.
Decía también que si el capitalismo se ha convertido en el modelo universal de organización social es porqué es el único medio que permite el impulso a la creatividad individual gracias a que crea los estímulos suficientes para su desarrollo. Lo que hoy sabemos es que el proceso competitivo básico en el sistema capitalista (a pesar de todas sus ineficiencias) se ha demostrado como él mejor para impulsar la creación de nuevas ideas, la experimentación permanente, y el refuerzo de la iniciativa de los individuos.
Y afirmo todo esto cuando, hace algo más de un mes, se ha celebrado en Barcelona la edición 2014 del Mobile World Congress.
La causa fundamental del fracaso de los sistemas “socialistas” en la economía es que el control del Estado es un freno para la creatividad individual. Lamentablemente este control genera un menor compromiso individual y una menor inversión y motivación para el desarrollo personal.
Muchas veces, y esta no es más que una muestra más, conceptos teóricamente válidos y consistentes resultan de aplicación imposible cuando incorporamos el factor humano.
Una de las mayores virtudes del sistema capitalista es su capacidad para entrelazar permanentemente recompensas explicitas a la creatividad y a la iniciativa individual. El sistema no consiste únicamente en los incentivos económicos, sino que es capaz de mezclar estos incentivos con otro tipo de motivaciones que facilitan la innovación en beneficio de la humanidad.
Sin embargo el elemento “social” no es necesariamente innato al sistema capitalista que genera desigualdades sociales que es necesario corregir. De ahí la importancia y la transcendencia del desarrollo de la Responsabilidad Social Empresarial. Somos seres contradictorios y evidentemente hemos construido un modelo social que también lo es. Sin embargo si que hemos aprendido (aunque a veces no lo parece) que no se trata de destruir lo que se ha mostrado como fundamento clave para la evolución y el desarrollo de nuestra especie.
1 comentario en «El único futuro posible»
¿Realmente se puede considerar a las economías socialistas de fracasadas?
¿China es un fracaso? ¿La Rusia actual es un fracaso?
Cierto es que el comunismo más radical ha sido un fiasco, pero la «Capitalización estatal» o descomunización hacia la socialización que están viviendo, están generando potencias socialistas de primerísimo orden…
¿Será menor el recorrido de este sistema neosocialista? ¿A la larga será el capitalismo el que sobreviva de nuevo?
Supongo que el tiempo lo dirá…
Los comentarios están cerrados.