Los cambios que se están produciendo en el mundo del trabajo están influyendo de manera decisiva en las organizaciones, generando un entorno de trabajo multicultural y global. Todo ello ha modificado de forma sustancial la manera de entender la formación. Ahora más que nunca las organizaciones necesitan disponer de profesionales preparados, que puedan adaptarse a este contexto cambiante.
Hay otro elemento que ha contribuido de forma decisiva a este cambio: la tecnología. Ésta ha marcado una manera de entender los negocios y supone no solo nuevos modos de trabajar, sino también de aprender. Las organizaciones requieren soluciones flexibles, aplicables en cualquier parte del mundo e integradas con sus sistemas de gestión del talento. En Speexx estamos convencidos de que la solución es una combinación de lo mejor de la tecnología con el factor humano, ya que ni la formación tradicional ni el puro online pueden cumplir con estos retos. Por eso, la modalidad blended gana cada vez más terreno.
El alumno como protagonista: decide dónde, cuándo y cómo se forma
Hay otro cambio fundamental: el empleado, que se convierte en el punto central del proceso formativo. Es él quien decide, dónde y cuándo se forma y, lo que es más importante, cómo. Se ha producido un cambio de paradigma. Si bien la formación tradicional se mantiene, poco a poco se van introduciendo herramientas que permiten en aprendizaje online, de manera formal o informal, y de una profundidad mayor o menor. Ya no tiene que esperar a asistir a clase en un momento y lugar determinado, o con un formador concreto.
La tecnología permite que el alumno decida cuándo, dónde y qué quiere aprender. Y los departamentos de formación tienen que asumir una nueva responsabilidad: facilitar herramientas y contenidos necesarios, de modo que el empleado tenga a su disposición todo lo necesario.
Speexx colabora con la Towards Maturity, organización que mide el impacto de la tecnología en las organizaciones. Me gustaría compartir algunos datos de su última encuesta que me parecen relevantes.
La integración de nuevos modos de aprender supone, según su última encuesta:
- mejora en productividad del 14%,
- reducción de la rotación de personal en un 9%,
- mejora en la satisfacción de clientes del 17%,
- reducción en tiempos de entrega de la formación en un 22%
- reducción de los costes en un 17%.
A raíz de este último trabajo se han marcado una serie de objetivos para el área de formación que conviene tener en mente (disponibles en su web www.towardsmaturity.org). Uno de los puntos de esta agenda es la utilización de la tecnología y de nuevos modos de aprender. Según Towards Maturity, el 71% de los encuestados utiliza tecnología móvil y un tercio formación en la nube. Otro dato a destacar es que más de tres cuartas partes de los alumnos están a favor del elearning y de compartir sus conocimientos con otras personas.
Pero hay más datos que confirman la apuesta de las empresas por la formación e-learning y que suponen un avance con respecto a años anteriores (según un adelanto de los datos de nuestra encuesta Reality Check). El 90% de las empresas tiene experiencia en e-learning y más del 40% lo integra de manera habitual. Además, el presupuesto para el próximo año aumenta o se mantiene para un 95% de los encuestados.
Las ventajas de la tecnología en el campo de la formación sin evidentes, sin que eso suponga el abandono la formación presencial tradicional. El reto es, no solo alinear la formación con el negocio, sino responder más rápido y mejor con las nuevas herramientas que la tecnología pone a nuestra disposición.
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