Recursos Humanos RRHH Digital En apenas dos semanas han saltado a la prensa nacional dos sentencias judiciales con aspectos comunes y que, por su importancia para todas aquellas empresas con dificultades (mayores o menores) se hace necesario comentar.
Por un lado, el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana anuló el despido colectivo de más 1100 trabajadores de la plantilla de trabajadores de su televisión autonómica y, por otro, el de Andalucía hizo lo mismo con el proceso de suspensión de contratos desarrollado por la UGT y que afectaba a cerca del 70% de sus trabajadores.
¿Y qué tienen en común ambas resoluciones judiciales? Fundamentalmente, que los dos órganos judiciales consideran que quienes desarrollaron esas medidas lo hicieron mal (aun siendo distintas las medidas y siendo distintas las organizaciones).
Cuando hace poco tiempo estaba terminando de escribir “Reestructuraciones laborales: un estudio práctico sobre las medidas de flexibilidad en la empresa”, recientemente publicado, tengo que reconocer que no pensaba que, en tan poco tiempo, habría tantas noticias en la prensa que justificaran su razón de ser y conveniencia.
Y ello porque resulta paradójico que se cometan errores por las empresas a la hora de adoptar este tipo de decisiones, más aún cuando, casi siempre los conflictos terminan siendo revisados por los Tribunales.
¿Cuáles son los errores más comunes y por qué se cometen?
De forma habitual las medidas de reestructuración laboral en las empresas se adoptan apresuradamente.
En muchas ocasiones, además, la causa de esas medidas (fusiones, adjudicación de contratos o finalización de los mismos, imposibilidad de afrontar pagos, etc.) implica plazos o tiempos que no compaginan bien con los que la legislación laboral marca. Esto hace necesario priorizar los plazos y reglas de la legislación laboral, porque de no cumplir con ellas, tendrá consecuencias.
Por otro lado, las empresas son muy dadas a tomar decisiones definitivas antes de haber empezado a hablar cuando, por definición, tendrían que negociarlas. Como se encargan de recordar sentencia tras sentencia nuestros Tribunales, la negociación implica movimiento en las posiciones de las partes negociadoras, y si se muestra una posición rígida desde el inicio, mal se empieza.
Por último hay que revisar que no se olvida ninguno de los documentos que la Ley obliga a entregar a los trabajadores o sus representantes, porque el olvido puede traer consecuencias dramáticas.
Se trata, en definitiva, de procesos complejos, extremadamente sensibles. No en vano, son personas tratando del futuro de personas. Muchas veces, amigos tratando el futuro de sus amigos.
Y es por ello que el asesor jurídico externo juega en los procesos de reestructuración laboral un papel esencial. Un papel que debe necesariamente ir mucho más allá del mero asesor jurídico (pero sin olvidar la esencial labor de controlar el cumplimiento de la legalidad formal, pues los fallos llevan al precipicio).
¿Cómo se debe afrontar un proceso de reestructuración para no cometer errores?
Las prisas nunca son buenas consejeras y cuando se trata de salvar el futuro de una empresa o de mejorar su posición en el mercado en beneficio de todos (empresario y trabajadores), tener paciencia e ir despacio, aunque pueda parecer contradictorio, es asegurar el resultado. Por ello, un proceso de reestructuración debe afrontarse, sobre todo, con tiempo para no cometer errores.
Es indiferente que quien lo emprenda sea una empresa grande o pequeña, pública o privada, una ONG o un sindicato (como muestran las sentencias de la televisión valenciana y de UGT); porque desde el momento en que las organizaciones tienen trabajadores, los riesgos asociados a cometer errores en los procesos de reestructuración son los mismos.
Se hace necesario pensar cada movimiento en la mesa de negociación, cada palabra que se pone en el acta, cada documento que se entrega o no se entrega. Y se debe actuar lealmente con todos los que participan en el proceso, pues por raro que parezca, la transparencia y la lealtad en la negociación, más allá de ser requisitos legales cuya vulneración nos llevará al fracaso, son la principal arma de la empresa para alcanzar el éxito.
Y saber explicar la importancia de cada una de estas cuestiones, es obligación y responsabilidad de quien asesora. Otro de sus papeles fundamentales.
¿Y qué conclusión sacamos?
Los procesos de reestructuración son complejos y toda cautela sobre cómo llevarlos a cabo es poca. Por eso siempre es conveniente contar con la colaboración de agentes expertos que ayuden a gestionarlos y elegir bien a aquellos que tienen que hacer ese papel.
Que las sentencias judiciales lleguen a considerar que un proceso de reestructuración no está suficientemente justificado, vale. Pero que se anule por cometer errores durante el proceso… ¿tiene alguna justificación?
RRHH Digital
1 comentario en «¿Por qué los tribunales han anulado las reestructuraciones de Canal 9 y UGT?»
¿Cuándo nos enteraremos, de una vez por todas, de que vivimos en un Estado de Derecho, que el «cumplimiento de las normas (¿=cumplo y miento?) » no es sólo para guardar unas formas, sino que se introduce en lo más íntimo del torrente sanguíneo de la sociedad para aportar el oxígeno necesario para su supervivencia?
¡Ay! Recomiendo vivamente la película «Un hombre para la eternidad»
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