Recursos Humanos RRHH Digital Un alto cargo quiere contratar a alguien sin sacar a concurso la plaza. Usted es jefe de RRHH. ¿Va a firmar el contrato, sí o no?
Bajo el subtitulo ‘Sobre cómo recuperar el placer del trabajo bien hecho al servicio de la Sociedad’ publicó el holandés Henk Bruning su libro ‘Integridad y Buen Gobierno’ en España. Muchas personas que trabajan para la administración pública y el Gobierno se sienten intrigados especialmente por ese titulo. Porque señalan que los problemas fundamentalesson la falta de motivación y de implicación de una gran parte de sus empleados. Por otro lado hay una escandalosa y profunda falta de comunicación entre gestores y empleados. No hay interacción y no hay contacto.
Las personas marcan la diferencia. Trabajar en una organización es siempre un juego del equipo de directivos y empleados. En la función pública, las decisiones las toman los dirigentes políticos, pero siempre estarán ahí los funcionarios para velar por el equilibro y evitar la mala gestión y las actuaciones fraudulentas. Sin embargo hablemos del problema fundamental: Las administraciones públicas, y también muchas empresas, funcionan con estructuras jerárquicas rígidas, que dificultan la buena comunicación y la necesaria sintonía.
Integridad y RRHH
Cuando las personas marquen la diferencia, úsenlas. Es la comunicación el lubricante de toda organización y la integridad, con todo su sistema de valores organizativos, constituye la base para cualquier empresa eficaz y moralmente correcta. Las personas con integridad y ética personal pavimentan el camino haciala excelencia de la organización para la que trabajan. En una organización la gran mayoría de los empleados preferirá trabajar de una forma coherente con su conciencia. El debate sobre la combinación y aplicación de la ética personal y los valores que existan en su seno irá en beneficio de la calidad de los servicios.
La integridad de una organización es su imagen a los ciudadanos y/o clientes, depende del uso de los recursos éticos de los empleados. Cuando una empresa trata a sus clientes de forma injusta o incluso se atreve a engañarles, va a la bancarrota. El gobierno y la administración pública tienen una posición de monopolio y por tanto una responsabilidad extra de ser íntegros y honrados. Los ciudadanos se muestran cada vez más críticos y muchas veces hasta enfadados. Hay una brecha profunda entre la administración pública y sus clientes-ciudadanos. Eso no ocurriría en realidad si los técnicos se propusieran trabajar con su propia ética profesional.
La integridad como la competencia profesional
La perspectiva puede ser tener un puente entre gestores y empleados. El debate sobre los valores individuales y los de la organización vinculado a los dilemas diarios profesionales (como el que se indica arriba), refuerza la calidad de las decisiones y del servicio a los clientes/ciudadanos. El debate también pondrá los dilemas éticos encima la mesa y contribuirá a la transparencia interna. Cuando la política de integridad forma parte de la de RR.HH, aumenta de forma importante el rendimiento del capital humano. La gente siente que sontomados en serio. Así se podrá iniciar un proceso creativo, con una interacción entre la responsabilidad personal y la responsabilidad corporativa de la empresa o la integridad de la función pública.
El sistema de la integridad
La integridad no es un enfoque suave. ¡Se trata del debate! Forma parte de la estructura y cultura de la organización. Porque la ética y la moral de las personas y de las organizaciones no se conocen por sus buenas intenciones, sino por sus actos.Por las decisiones que se toman y las posturas que se adoptan. Es la filosofía del programa.Y con solo una filosofía no basta: La integridad requiere organización, necesita una cultura abierta al debate y al encuentro. Una estructura transparente que vincule la profesionalidad a la integridad y que se preocupe de un mantenimiento permanente del sistema. La política de integridad tiene siete elementos:
Papel del departamento de RRHH
El departamento de los RRHH es ideal para organizar y mantener el sistema de integridad bajo la condición de que sea la propia gerencia la que, no solo lo permite sino que lo apoya con la más absoluta seriedad. El programa necesita que haya formación en todos los niveles organizativos así como entre los departamentos, enfrentados a la investigación sobre los riesgos que comporta ‘nuestra’ integridad. Por lo tanto constituirá una responsabilidad común y avalará la idea de que todo el mundo se siente responsable del otro.
El libro ‘Integridad y Buen Gobierno’ abre las ventanas y es una guía práctica que anima a los lectores a promover una cultura de integridad en la administración pública y en las empresas.
Y usted, ¿va a firmar el contrato?
1 comentario en «Recursos Humanos e Integridad: un enfoque con perspectiva»
Personalmente creo que es muy interesante la posibilidad de brindar nuevos enfoques y perspectivas a una labor y un área del conocimiento que se ha visto modificada tan considerablemente en el último tiempo, tal es el caso de los recursos humanos.
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