RRHH Digital La internacionalización de las grandes empresas españolas ha sido constante desde finales del siglo pasado, y esta tendencia se ha reforzado en los últimos años por la crisis y la alta valoración y reconocimiento internacional de los productos y servicios made in Spain. Cabe destacar las compañías constructoras o dedicadas a la ingeniería, las textiles o aquellas que pertenecen al sector de la alimentación o de telecomunicaciones. En suma, se trata de todo tipo de entidades con capacidad para exportar sus productos, know-how y servicios por todo el globo.
El destino natural de nuestras empresas ha sido fundamentalmente Latinoamérica, dada la cercanía cultural e idiomática. Sin embargo, las oportunidades de crecimiento en países africanos, árabes o asiáticos han hecho variar esta tendencia.
El proceso de internacionalización no sólo conlleva la conciencia sobre la mayor o menor seguridad jurídica, la situación política o las condiciones sanitarias de los países donde se pretende crecer sino que, además, las empresas tienen que valorar el “nivel de seguridad de sus trabajadores en este proceso de internacionalización”.
Los países con menor nivel de desarrollo presentan grandes oportunidades de negocio pero también son los lugares donde las anteriores consideraciones son fundamentales a la hora de poder abrir nuevos mercados o de establecerse localmente. En estos países, nuestras empresas diariamente se enfrentan a peligros como el secuestro de un empleado o directivo. En el caso de Méjico, curiosamente, el fin del secuestro no es puramente económico o político sino que se utiliza también como medio de protesta sindical. En países de África podemos encontrarnos con amenazas de causar daños personales por parte de un socio local. O incluso el de detenciones ilegales de empleados junto con su material y equipos electrónicos para realizar espionaje industrial en China.
Para contrarrestar estos peligros, las empresas han de ser proactivas a la hora de poner los medios necesarios para garantizar la seguridad de su personal en el exterior. El deber de cuidado de los trabajadores ha de ser la premisa fundamental para proteger la integridad física de sus empleados y, por ende, el porvenir exitoso del negocio en el exterior. Imposible, por otro lado, si no se puede contar con el activo del personal.
En este sentido, existen una serie de herramientas a disposición de las empresas, entre las que destacan el diseño de una buena política de seguridad, y el seguro de secuestro y extorsión, conocido por sus siglas en inglés “K&R” (Kidnap and Ransom). Este último se configura como una solución aseguradora que ofrece la tranquilidad de saber que, en el desafortunado caso de que se produzca un incidente como los anteriormente mencionados, la empresa podrá contar con el asesoramiento de consultores de seguridad expertos en este tipo de países, donde la corrupción de los poderes judiciales y policiales hace prácticamente imposible contar con asistencia local. Los consultores no solo se encargan de dirigir las negociaciones y de velar por la seguridad de las víctimas sino que, además, procuran que el incidente no vuelva a ocurrir y asesoran a la compañía para que pueda continuar con el desarrollo normal de su actividad internacional bajo la premisa de la protección de sus empleados.
Este tipo de pólizas también pueden reembolsar a la empresa el rescate que esta haya tenido que pagar para liberar a un empleado, e incluso correr con los gastos de repatriación y de los tratamientos médicos y psicológicos que este pueda necesitar después del incidente.
Asimismo, este seguro puede tener una labor importante en el diseño y refuerzo de la política de seguridad de las empresas en el extranjero, al ofrecer asesoramiento previo al incidente por parte de los consultores de seguridad y acceso a información en tiempo real sobre países que puedan resultar conflictivos o peligrosos.
Compañías como AIG, especialista desde hace décadas en este tipo de seguros, y apoyada por consultores de seguridad con experiencia de más de 30 años en la resolución exitosa de esta clase de incidentes siguen completando su oferta en una clara apuesta por el mercado español.
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