RRHH Digital El espacio de trabajo es un activo infrautilizado por las organizaciones, que adecuadamente planteado puede ayudar a acercar a las empresas a sus objetivos, aumentando la motivación de los empleados y mejorando la imagen de marca. Las organizaciones líderes que comprenden el papel que juega la cultura dentro de los entornos físicos utilizan el espacio como una ventaja competitiva. Como respuesta a este desafío, el equipo de Steelcase Workspace Futures acaba de completar un estudio en 11 países para entender mejor los códigos culturales en el espacio de trabajo. Sus resultados pueden ayudar a las organizaciones a incorporar dentro de los entornos de trabajo valores importantes, comportamientos personales y contextos culturales que funcionan en todo el mundo.
Se han comparado los entornos de trabajo en 11 países – Rusia, Holanda, Reino Unido, Alemania, Francia, EEUU, Marruecos, China y España – el estudio identifica diferencias y similitudes. Las oportunidades y los desafíos en estas culturas diferentes demuestran cómo un espacio diseñado adecuadamente puede fomentar la confianza, mejorar la colaboración y ayudar a una organización a lograr una integración global más rápida de forma más efectiva. ¿Cómo se reflejan estas diferencias culturales en las relaciones interpersonales, en confrontaciones o en la comunicación no verbal? ¿El espacio de trabajo puede ayudar a reconciliar estas diferencias y establecer un ambiente de confianza?
Las lecciones aprendidas son éstas:
- No asumir que se puede trasplantar los estándares del espacio de trabajo tal cual de un país a otro; hay que encontrar el balance adecuado entre local y global. Tener un impulso común es importante para cualquier organización multinacional, y aprovechar las diferencias locales requiere personalización que considere las necesidades y los deseos predominantes. Como las personas expresan la emoción, liberan tensión y se comunican entre sí están entre algunas de las dimensiones importantes de la cultura que afectan profundamente el diseño de un espacio de trabajo eficaz. Si las organizaciones globales quieren lograr un alto nivel de éxito, es importante diseñar espacios de trabajo funcionales.
- Independientemente de tu ubicación, invierte en el espacio de trabajo para alcanzar tus objetivos de negocio en el contexto cultural. Por su gran capacidad de afectar la motivación, satisfacción y bienestar, así como la eficacia en los procesos de trabajo, el espacio donde la gente trabaja es una inversión que puede ayudar u obstaculizar la habilidad de una organización de alcanzar sus objetivos de negocio en cada localización. Los espacios adecuados pueden sacar lo mejor de los empleados, reconciliando diferencias culturales y capturando el valor de cada persona como una fuente de fuerza que contribuye al éxito en conjunto. Diseñar el espacio pensando en la cultura no significa cambiar las prioridades de los objetivos de negocio. El diseño del espacio de trabajo debe de correlacionarse con los asuntos estratégicos que enfrenta la organización, abordando
tendencias actuales y emergentes de un modo culturalmente apropiado.
- Diseña para la colaboración donde sea que te ubiques. La globalización, la complejidad y la apuesta por la innovación se han convertido en una tendencia actual y futura de cualquier empresa, en cualquier lugar. Las diferentes culturas se están adaptando a ello y a practicarlo de manera diferente, pero es indiscutible que es la forma en que el mundo del Siglo XXI va a funcionar. Construir comunidad, e inspirar el flujo y confianza deben ser gestionados para lograr una colaboración de éxito, y el espacio de trabajo desempeña un papel fundamental. La necesidad de pertenecer y el creciente deseo de estar conectado – tanto física como virtualmente – requieren espacios de trabajo que ofrecen el mejor conjunto de opciones y experiencias para apoyarlo.
- Tómate tiempo para aprender la cultura antes de hacer negocios en otro país. Trabajar para una compañía multinacional hoy puede ser muy similar a trabajar para las Naciones Unidas – requiere diplomacia, tacto y sensibilidad, así como nuevos modelos de interacción y dependencia organizacional. Los valores culturales y normas tienen una gran influencia en la actitud que se tiene sobre la cultura de la compañía. Hacer juicios es limitativo y construye fronteras; entender otras culturas como diferentes, en lugar de mejores o peores, crea oportunidades.
- Usar el pensamiento basado en el diseño para equipar pensando en necesidades locales y globales. Cada vez que surge un problema complejo, el proceso de pensamiento basado en el diseño ha demostrado ser una herramienta eficaz que permite que surja el pensamiento creativo
- Involucra y aprovecha las experiencias locales. No importa cuánto sepas, las personas que han vivido y trabajado dentro una cultura saben más. Si se trata de un tema importante como la ubicación del sitio o la preparación de un líder para una misión internacional, o un detalle significativo como la elección de colores para un lugar de trabajo que llevan sin connotaciones culturales negativas. No hay sustituto para la consulta con los socios que entienden a fondo las tendencias locales y matices, y pueden ayudar a asegurar que sus empleados participen de manera efectiva.
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