RRHH Digital Para empezar no me gusta esta clase de reuniones.
Si es una reunión importante tenemos que estar los tres. Menuda tontería. No sé para qué nombras a un Director de Desarrollo de Negocio si luego no le vas a dejar que tome el mando en las reuniones importantes. En su lugar, el señor CEO no para de hablar. Sentado estratégicamente en el centro, discurre sobre las pésimas condiciones en las que se hallaba nuestro nicho de mercado hasta que, por supuesto, nuestra empresa emergió en este mundo.
CEO: Chief Executive Officer. En cristiano; director ejecutivo de una corporación. Dícese también de cualquier persona en paro que decide crear una sociedad limitada, alquilar un pequeño espacio, montar una web y cargarla de humo. Y el señor CEO sabe hablar de humo. Pero no sabe venderlo. Creo que cuando dice que va a salir a vender sólo se refiere a sí mismo.
Lo mejor es la cara del señor Director de Consultoría; el otro director, ¿pero a quién dirigimos? Diriges el departamento. Cierto, y queda mejor en Linkedin. Al señor Director de Consultoría le hierve la sangre al escuchar la tercera de las verdades deformadas que el señor CEO ha expulsado por la boca, para impresionar a su interlocutor. El código ético del señor Director de Consultoría no le permite aprobar la verdad sesgada; entre otras cosas. Aún piensa que es posible crear una gran empresa simplemente haciendo las cosas bien; siendo un buen profesional. ¡Mis c****es! El 90% es pura imagen.
Si no comes te comen. Por pura definición, hacerse hueco implica desplazar aquello que ocupaba ese lugar anteriormente. Y si para ello hay que falsear datos, exagerar resultados y hablar como un idiota, se hace. No se trata sólo de ser un buen profesional. Hay que parecerlo. No puedes bajar a recibir a una persona con la que has quedado segun llega, tienes que hacerle esperar al menos cinco o diez minutos. Que parezca que estás muy ocupado.
La verdad que ahí el señor CEO no hace mal trabajo. El arte de parecer importante. Aunque los que le conocemos bien sabemos que no es más que un oportunista, no deja de tener una personalidad atractiva. No hay más que verle cómo se mueve en cualquier sarao, como pez en el agua. Haciendo un poco de Networking. No he visto en mi vida un ego tan grande. Un ego que se alimenta a base de seguidores de Twitter.
Es lo que comentaba el otro día el señor Director de Consultoría, acerca de los Recursos Humanos. Se nos vende hasta la saciedad que hoy en día las empresas le han de otorgar todo el valor a las personas. Que el mundo profesional está encaminado a ser mucho más humanitario. ¿Pero y las propias personas? Entro cada día por la puerta de la oficina y dejo de ser una persona para poder ser un profesional. Uso otro lenguaje, otras formas, otra naturalidad, otra sonrisa. Otra personalidad. Mis valores humanos dejan de importar, es mi valor empresarial el que cuenta. Y mi marca personal es la que lo conduce.
El señor Director de Consultoría puede tener razón. Es posible que nos estemos alejando de lo verdaderamente importante y que nos estamos dirigiendo a un sinsentido. Pero no se puede vivir de buenas intenciones. Si éste es el juego, no seré yo el que pierda.
Me da igual que crean que el valor lo tienen las Personas, las Marcas o los Me Gusta en Facebook. El único valor es el del Dinero. No soy yo. Es esta vida me la que me obliga a ser malo.
1 comentario en «El Bueno, el CEO y el Malo»
Es triste que haya tantas personas así ¿verdad?
Un saludo
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