Stephen Covey y su impacto en los recursos humanos

RRHH Digital Ya estamos en otoño. Una etapa más cumplida, con el invierno y el final de año en el horizonte. El otro día disfruté de una conversación que me hizo recapacitar y darle vueltas a una idea. Muchas veces, damos por hecho que tenemos claras ciertas cosas y, en realidad, no es así. 

¡Cuánto mejor nos iría si recordáramos cosas que a veces olvidamos!»

Hace un par de años leí un libro que aportó un plus a mi, por entonces, verde vida laboral. El libro en cuestión es «The Seven Habits of Highly Effective People» escrito por el recientemente fallecido Stephen Covey. Desde su publicación en el año 1989, se han vendido más de 15 millones de copias en treinta idiomas. El título de la edición española es «Los siete hábitos de las personas altamente efectivas».

En él, nos transmite un cambio que se convierte en el motor que alimenta dentro de nosotros el deseo de mejorar tanto como personas como en nuestro desempeño profesional. En esencia, el libro lista treinta y dos principios de acción que, una vez establecidos como hábitos, ayudarán al lector a alcanzar un alto nivel de efectividad en los aspectos relevantes de su vida. Covey argumenta que dichos hábitos están basados en principios de carácter ético que son atemporales y universales, a diferencia de los valores.

Para lograr cualquier cambio, primero hay que analizar la situación, realizar un diagnóstico y después ponernos manos a la obra.

A modo de recordatorio, mencionaré los 7 hábitos…nunca está de más refrescar la mente

Primer hábito: Sea proactivo

Una persona proactiva es alguien que está convencido de sí mismo. Las personas nos habituamos a determinadas acciones aprendidas y luego actuamos por costumbre. La persona reactiva actúa por impulso, por emoción, por influencia del medio. Si estamos convencidos del cambio y de su importancia entonces, con esfuerzo, seremos proactivos.
 
Segundo hábito: Meta

Se trata de clarificar los objetivos prioritarios, evitando centrarnos en uno sólo. Lo más fácil es analizar las distintas funciones que desempeñamos (familia, pareja, amistad, profesión) y desde ese punto elegir funciones principales.

Tercer hábito: Organización

Con la matriz de la administración del tiempo como base, distinguiremos entre urgente y no urgente, importante y no importante. Como tenemos diversas vertientes y distintos centros de atención, es importante equilibrar las actividades y no descuidar áreas importantes como la salud, el crecimiento personal o las relaciones sociales y familiares.

Cuarto hábito: Gano-ganas

En la relación con otras personas, sea por cuestiones laborales, sea una pareja  o un par de amigos, aparecen diversas opciones antes de encarar las distintas situaciones. Se darán opciones donde ambas partes salen satisfechas; enfoque de las personas autoritarias; capitular antes que enfrentarse a alguien o algo y quienes encaminan negativamente sus acciones y prefieren que otros les sigan.

Quinto hábito: Escucha
 
Un hábito poco corriente es el de comprender a los demás y después hacerse comprender. Para lo primero no basta con abrir bien las orejas, hay que abrir también los ojos y, sobre todo, la mentalidad.
 
Sexto hábito: Cooperación
 
Se dice que para influir en los demás primero es necesario dejarse influir. Abrirse a la influencia de otros no es nada malo, puede reportarnos grandes beneficios personales: nuevos puntos de vista para plantearnos, nuevas ideas y opciones, otras formas de comprensión y percepción…
 
Séptimo hábito: Renovación Personal
 
Este hábito se refiere al mantenimiento de los otros seis. La renovación personal es absolutamente necesaria para nuestro bienestar, sin él no somos capaces de dedicarnos con plenitud a la vida.
 
Luchemos, mejoremos y sobre todo hagamos la vida más fácil a los que nos rodean.
 
Nos vemos en rrhhdigital.com