RRHH Digital Hace unos días, en una visita comercial que realizaba a un potencial cliente, mi interlocutor, el director general de la compañía, me espetaba en contra de mis argumentos a favor de las estrategias de cultura empresarial que favorezcan la retención del talento en las organizaciones, que estas prácticas estaban ya obsoletas y que no eran en absoluto necesarias, dado que en los tiempos actuales nadie, con talento o sin él, se iba de las empresas y, por tanto, había dejado de ser rentable invertir dinero en tales estrategias.
Cierto es que el razonamiento es bastante razonable y que muchos líderes y dirigentes empresariales se han abonado a él en la creencia y seguridad de que es cierto y de que no es necesario ya preocuparse en exceso por mantener proactivamente el talento en el interior de las empresas cuando él sólo se mantiene y sin necesidad de gastar un euro en ello.
Razonable argumento, sin duda, pero,en el fondo, falso, equivocado y dañino como pocos, en mi opinión. Lo que sí parece conveniente, quizá, es hablar, más que de retención de talento, de retención del compromiso, porque expresa mejor las necesidades actuales en materia de gestión empresarial.
El talento de las personas es el resultado de la interacción de múltiples variables, delicadas y sensibles todas ellas. Cuando se las cuida y se las dirige sabiamente, el resultado es espectacular y el talento se transforma en una explosión de innovación, creatividad, desempeño y productividad que transforma la vida de las personas en el trabajo y la propia dinámica de las organizaciones y de las empresas.
Una de las cuatro variables de las que depende el talento, es el Compromiso, la más frágil de todas ellas, la que más pronto se quiebra y la que más esfuerzo exige para su restablecimiento. El Compromiso es el deber que una persona se autoimpone cuando se identifica con un Valor determinado, cuando lo comparte con su empresa y transforma su realización en una obligación moral, personal y libre. Y aquí radica su fuerza, su efecto multiplicador del talento y del rendimiento final.
El Compromiso es la primera columna del talento que amenaza con derrumbarse cuando la recesión y la crisis entran en las empresas. Pero no por efecto de estas en sí mismas, sino por efecto, más bien, del abandono de las estrategias y prácticas de retención del talento, abandono que significa casi siempre el dejar a su suerte a las personas dentro de las organizaciones, devolviéndolas a una posición subordinada y dependiente de las circunstancias económicas.
Las estrategias de “retención del compromiso” pueden ayudar a las compañías y las organizaciones a gestionar más efectivamente los efectos de la recesión, estableciendo mayores dosis de confianza mutua y de eficacia conjunta. Un liderazgo centrado en el compromiso de las personas y los equipos es más importante de acentuar en tiempos de crisis para retener el talento a todos los niveles y con él incrementar el apoyo de las personas incluso a la toma de decisiones difíciles, pero transparentes y participadas.
Los valores definen la cultura de la empresa y determinan su modelo de liderazgo en relación con las personas y su desempeño. Cuando estos valores se comparten, obtenemos la máxima ventaja, la que proviene de la confianza y el compromiso.
Si cuando llega la recesión a nuestras empresas, la estrategia de actuación es olvidarnos de las personas, podemos estar seguros de que el resultado inmediato será que sus cuerpos y sus nóminas permanecerán en la compañía, pero su compromiso y su talentoya habrán huido mucho antes de ser conscientes de ello.
3 comentarios en «Retener el talento, retener el compromiso»
Los seres humano ya nacemos con talentos
solo tenemos que saber usarlo
siempre tarde o temprano descubrimos nuestros talentos y nos sorprendemos nosotros mismos
y siempre salen mejor y bien las cosas improvisadas
para esto cuenta la cultura de cada uno
la enseñanza aprendida en el transcurso de cada aprendizaje escolar secundario
y por que no la universidad
cuenta mucho mas la actitud humanidad de cada uno la motivación que ponemos para cada emprendimiento
Pudiéramos estar equivocados en pensar que un talento puede ser una persona que destaca…
Sí señor tiene Ud. razón D. Emilio pero ya empieza mal el artículo "mi interlocutor, el director general de la compañía, me espetaba en contra de mis argumentos….." ¿se dá cuenta? si lo que Ud. dice es correcto, en una Empresa o Multinacional ¿quien tiene lo que hay que tener para llevarlo a la práctica? ¿un director general como ese? Ahí está el problema que cuando las castañas queman ( o nó) sálvese quien pueda y Yo el primero nadie me va a controlar si mando a pastar a los Talentosos y Comprometidos. Esto ocurre y Ud. lo sabe. La clave sería primero dar solución a esta actitud de los niveles altos y luego aplicar lo expuesto. Saludos
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