RRHH Digital. Recientemente he tenido la oportunidad de participar en foros y comidas con profesionales de diversos sectores, y hay una idea que me está atormentando: ¿Si no estás en internet no existes? Falso, pero mucha gente piensa que sí y eso es peligroso.
Es cierto que internet nos sirve de autopista de información mejorando a cualquier radial, pero hay vida más allá de la red. Existen grandes sectores que no necesitan internet para desarrollar satisfactoriamente su modelo de negocio.
Internet está cambiando los hábitos de muchas personas pero debe ser un complemento. El mayor motor esta en la calle, en los eventos, en el día a día. ¿De que sirve tener 4000 contactos en Linkedin si no interactúas ellos?
Investigaciones desarrolladas por el profesor de Antropología Evolucionaria Robin Dunbar, nos alertan de que aunque tengamos diez mil amigos en Facebook nuestro cerebro es capaz de manejar hasta 150 amistades.
Mi reflexión va destinada a evitar que la gente piense que con Twitter y Facebook ya cumple con su tasa relacional. Si fuese así, se perdería la espontaneidad y el contacto cercano.
Nadie duda que la sociedad va evolucionando a un ritmo mucho mayor que el cerebro humano, pero es crucial que nos adaptemos a dicha evolución, a ese cambio en el entorno. Como si de una especie animal se tratase, el hombre debe buscar que su cuerpo se amolde a la nueva era. ¿Hasta qué punto nos estamos adaptando a las nuevas tecnologías?
Existen estudios que mencionan que el ser humano sólo tiene la capacidad de relacionarse de forma efectiva con 148 individuos. Estos estudios se apoyan en el número de Dunbar. Según dicho antropólogo esta cifra es la cantidad de individuos que pueden desarrollarse plenamente en un sistema determinado. Dunbar teoriza que este valor, (aproximadamente 150 individuos,) está relacionado con el tamaño del neocórtex cerebral y su capacidad de proceso.
La evolución de nuestros contactos ha ido en aumento. Primero directos, después con un breve listín telefónico. Posteriormente, debido a su escasa memoria, los primeros móviles nos obligaban a borrar números para añadir otros nuevos. Finalmente, contamos con un gran almacenamiento donde además del teléfono disponemos de múltiple información (mail, Twitter, Facebook, móvil, etc…)
La teoría de Durban tiene sentido en estos tiempos pero matizando el vínculo con los contactos.
Él se centraba en nichos, desarrollando la capacidad de relacionarnos con distintos grupos y separarlos por parcelas. Desde pequeños, aprendemos a distinguir entre infancia, familia, amigos o compañeros del trabajo; hecho que va conformando nuestro cerebro en distintas franjas sociales.
Las nuevas tecnologías nos abren un abánico de oportunidades en el ámbito laboral y personal en materia relacional. Lo que sí debemos de tener claro es que los contactos no se deben almacenar como libros, sino gestionarlos de una manera activa y personalizada.
Nos vemos en RRHH Digital
@MarianoZR
1 comentario en «El negocio está en la red…y fuera de ella»
Fantástico artículo
Los comentarios están cerrados.