RRHH Digital. Con su Reforma Laboral, el Gobierno de Rajoy ha puesto las cartas sobre la mesa y parece que la sociedad del estado del bienestar está dispuesta a asumir nuevos “sacrificios”, aunque no sabemos hasta cuándo. El real decreto muestra elementos innovadores y algunos riesgos y los cambios que establece darán su fruto sólo a medio y largo plazo, de manera que seguiremos en los cinco millones de desempleados.
El texto mantiene vivo el viejo prejuicio hispánico de que los empresarios y los trabajadores están condenados a vivir enfrentados. No se trata ni de defender ni a unos ni a otros sino de buscar vías de entendimiento, basadas en el pragmatismo, que permitan a los empresarios seguir creando puestos de trabajo gracias al impulso que dan a su empresa unos trabajadores muy productivos.
Luces y sombras
Destacan las medidas de fomento de la Formación a las que hay que dar un sobresaliente. El único problema es que empezarán a dar resultados a medio y largo plazo. La estabilidad en el empleo seguirá siendo un espejismo y, quizá, un error en el foco. El apoyo a los emprendedores, que fomentará el autoempleo, y otros incentivos, permitirá que crezca la ocupación, pero no garantiza la estabilidad en el puesto de trabajo, especialmente cuando se ofrece un año de periodo de prueba en los nuevos contratos. Ante el dilema de estabilidad versus temporalidad, hay que mostrarse más pragmático cuando el 77% de la población activa tiene empleo y un 23% no. La estabilidad de muchos condena al paro al resto. Así, la mayoría de ese 77 % lleva en el puesto de trabajo al menos tres años. Hay que ser más flexible para evitar que los que hoy no tienen trabajo sigan condenados a no tenerlo en el futuro. La estabilidad en el puesto de trabajo se ha incrementado desde que empezó la crisis en 2007 y el 23% que no tiene empleo suele ser gente que acababa de entrar, sin éxito, en el mercado laboral.
Despido
La Reforma establece medidas que concretan las causas objetivas de despido procedente que, en principio, ayudarán a mejorar la productividad y la competitividad, pero sigue quedando difuso cuándo se puede despedir a un empleado por motivos disciplinarios o por falta de productividad. Están muy bien las nuevas condiciones de despido por causas económicas, pero esperar nueve meses antes de poder ajustar la plantilla es condenar a muchas empresas al cierre.
Retroactividad
La falta de retroactividad en los días de indemnización por despido penaliza a los jóvenes que salen al mercado laboral y premia a los que ya tienen trabajo, sean eficaces o no. Tampoco se discrimina lo suficiente, se ha apostado por un igual para todos, y no es lo mismo un ejecutivo que lleva 10 años en su empresa que un dependiente que ha trabajado un año y medio en una tienda.
Mini Jobs
La Reforma tenía que haber apostado por los mini jobs y no lo ha hecho. Es muy importante que la gente tenga experiencia, sin ella no se encuentra trabajo, y sin trabajo no hay experiencia. Un círculo vicioso que penaliza a los más jóvenes, un colectivo dónde hay 50% de desempleo.
Temporalidad positiva
La temporalidad no es algo negativo, de los últimos 75.000 nuevos contratados de forma indefinida en enero, el 40% venía de la conversión de un contrato temporal (y menos de 5.000 del programa de fomento del trabajo indefinido).Es una forma de llegar al puesto de trabajo, quizá la mejor. Las agencias de intermediación, las ETTs, tienen un papel muy importante en este aspecto. El problema es que no hay comunicación entre empresas como Hays y los servicios púbicos de empleo, algo que no tiene sentido porque el 48% de las personas a las que Hays encuentra trabajo están en el desempleo. La Reforma no va a cambiar esta situación y lo inteligente es promover el contacto entre estas agencias y el sector público. Los servicios públicos de empleo tienen cinco millones de parados y es evidente que no pueden dar una respuesta eficaz al problema.
La Reforma no ayudará demasiado a mejorar la productividad y la competitividad. Al hablar de productividad se piensa en la empresa y no en el empleado y esto es un error. En todo contrato, y también en la reforma laboral, hay de pensar en la interrelación entre la Seguridad del puesto, la Remuneración y la Productividad, y ésta última sigue siendo una gran olvidada.
Fraude
La lucha contra el fraude llega un poco tarde pero es importante. Hay muchos trabajadores que no quieren trabajar y no piden la baja voluntaria sino que cobran las prestaciones de desempleo sin que tengan derecho a ellas. El dinero debería ser para quien lo merece y necesita.
Un último comentario: Hoy la competencia no es nacional ni europea, es mundial y necesitamos estar unidos para ganar, con o sin reforma laboral.
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