Artículo ganador III Premio Literario RRHH Digital: “Cómo hemos cambiado…”

RRHH Digital.

Cualquiera que realice ahora bagaje
de innovación y cambios más ufanos,
más allá de las primas y de trajes
ve la evolución de unos recursos, los humanos.

De modelos mercenarios y abusivos,
exigencias en entornos de abundancia,
fácil gestión con prisma retributivo,
no exenta de codicia e interesada audacia.

Estrategias erróneas no alineadas,
políticas de gestión con saco lleno,
gestiones del negocio muy alejadas
y un mercado que era de empleo pleno.

Candidatos de magnánima exigencia,
de irreales deseos y expectativas,
con justos compromiso y permanencia
pactando en posiciones abusivas.

Responsables en el mando sin skills
herederos del azar y el mecenazgo,
sin know-how, ni mensaje en el atril,
sin criterio, sin carisma o liderazgo.

La guerra del talento era irreal.
Laxa redacción de los convenios,
tiranas pretensiones que inmoral
impresión se daba de juniors y de seniors.

Con apuros de intelecto y en el cash-flow,
crédito nulo, dirección y rumbo incierto,
retroceso en pirámides de Maslow
a un nivel inferior no satisfecho.

Nuevo escenario aterrizó solemne
azotando cimientos no forjados,
que al recurso humano no dejó indemne
mermando en las empresas y mercados.

Suspensiones, quiebras donde fueres,
recortes, extinciones de contratos,
impagos, litigios, huelgas, ERE’s,
eternas filas en las colas del paro.

Con la alarma encendida en la conciencia,
en alerta, expectantes e indignados,
cargados de tesón y resiliencia
vimos que las reglas habían cambiado.

Otras competencias emergieron,
vigilancia extrema por el Top Talent,
nueva gestión y nuevos tiempos
en otros “quesos” de éxito claves.

Creatividad, engagement, compromiso,
alineamiento, innovación, teamworking,
orientación al cliente de servicio:
tarjetas presentadas en el branding.

Esfuerzo en alinear ciertos valores
con claros objetivos y estrategias,
gestión valiente exenta de temores,
control, unión, capacidad y sinergia.

Plantear iniciativas más valientes,
emprendimiento orientado al desarrollo,
salir hacia mercados emergentes,
ganar-ganar y orientación al logro.

Optimismo infundado y rebosante
necesario a la par que un raciocinio
reposado, y en el trato buen talante
que generen optimistas vaticinios.

Con mirada e ilusión en el futuro,
open-minded en el cambio e innovación,
abrazando talento a buen seguro
de los Y, Z o cualquier generación.

Con esta vista atrás no muy lejana
se aprecia fácil cómo hemos cambiado.
Tiempos de tesón, firme confianza
en el recurso más valioso: el empleado.