RRHH Digital. El camino para adquisición de conocimientos ha sido tradicionalmente, la escuela, el instituto o la universidad. Pero como seres sociales que somos, la colaboración o el aprendizaje en grupo son inherentes a nosotros. De ahí es de donde nace el aprendizaje colaborativo, caracterizado por la interacción y la aportación de los miembros del grupo en la construcción del conocimiento.
Vamos que el aprender junto a otros, de manera más o menos espontanea, viene de lejos. Lo que sí es nuevo, es el uso de la tecnología. Internet y las redes sociales nos permiten compartir conocimientos de una manera hasta hace poco tiempo impensada, abriendo un sinfín de posibilidades: por un lado, permiten acceder a recursos y conocimientos creados por personas que pueden estar en otra parte del mundo; por otro facilitan el compartir los nuestros.
Esto tiene un impacto directo en la gestión del conocimiento en las organizaciones, puesto que proveen múltiples herramientas (imágenes, videos…) así como mucha información relacionada con la vida real y por tanto, eminentemente práctica. Podemos hablar de una nueva etapa en lo que a gestión del conocimiento se refiere. Las organizaciones tienen en sus manos una herramienta muy interesante si observan Internet y lo que allí sucede. Por un lado, pueden extraer información y participar en la red, por otro, pueden generar conocimiento interno.
Son muchas las ventajas del aprendizaje colaborativo a través de redes sociales o comunidades. Sin tratar de ser exponer aquí una lista exhaustiva, las ventajas más evidentes podrían ser:
•control por parte del alumno, de su propio aprendizaje
•aportación del individuo al grupo
•mayor retención de lo aprendido
•intercambio de informaciones y conocimientos
•colaboración activa entre los miembros del grupo
•acceso a una gran cantidad de información compartida, académica o no.
•desarrollo las habilidades de comunicación
Si tratamos de fomentar el aprendizaje colaborativo en la organización, hemos de tener claro que las personas han de querer compartir ideas y trabajar juntos, siendo practicante imposible imponerlo. Asimismo se ha de estar convenido que el conocimiento, cuando se comparte, mejora la capacidad de innovación de la empresa, puesto que se fomenta la creatividad y la generación de ideas. Esto supone en algunos casos, un cambio de mentalidad importante.
A partir de esas condiciones, se ha de favorecer el máximo aprovechamiento de Internet y las distintas herramientas (llamémoslas 2.0) tanto dentro de la organización como fuera en la relación con clientes, proveedores, socios…. Esas herramientas han de permitir a los usuarios interactuar e implicarse, fomentando relaciones de confianza entre ellos.
En dp utilizamos todas estas herramientas de manera habitual. Internamente, contamos con una wiki, no solo para el intercambio y análisis de información entre los empleados sino también entre toda la red de formadores en todo el mundo. Además, hace algunos meses invitamos a nuestros alumnos a participar en las comunidades online divididas por idioma de aprendizaje, favoreciendo de este modo el intercambio de información con el propio tutor y otros alumnos. Esto nos ha ayudada a dar a conocer de manera más inmediata nuestras iniciativas y a que los miembros de la comunidad participan activamente publicando o comentando noticias referentes al mundo de los idiomas, la formación y el e-learning.
La conclusión es clara: no sólo se aprende en los libros, también de los demás, de una manera más o menos estructurada. Las herramientas de que disponemos actualmente, junto con el cambio de mentalidad, abre un mundo infinito de posibilidades a la formación. Está en manos de las organizaciones el aprovecharlas.
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