RRHH Digital. En los momentos actuales la palabra «despido» ocupa la mayor parte de las conversaciones y noticias. Con esto, la ya difícil gestión de personas se convierte en un imposible, y a los que estamos al cargo de personas se nos pide que estas no estén desmotivadas. Por otro lado nos preocupamos mucho por la captación de talento, pero este hay que saber gestionarlo, y no me refiero sólo a retenerlo. ¿No te suena a no dejarlo escapar contra su voluntad? De hecho hay personas que ahora están encantadas porque la gente no se les va, les echan. “Si quieres, bien, y sino, ya sabes donde está la puerta”. ¿No lo has oído?, ¿no será mejor fidelizar?
Que estén porque es donde mejor consideran que puedan estar. El hecho de que ahora el absentismo haya disminuido, no es garantía de nada. La crisis pasará y en ese momento el talento, si no ha recibido el trato adecuado, se marchará. Yo, que me dedico a la formación, he conocido empresas que presumen de no formar a sus equipos, porque dicen que si les formas se van. Yo a esto respondo que lo malo no es que los buenos se vayan, lo malo es que los malos se queden porque no los quiera nadie.
La crisis debe servir para sacar lo mejor de nosotros mismos y de nuestros equipos. Tenemos que aprender a vernos a nosotros y a nuestro equipo desde lo que somos capaces de hacer, no desde lo que hacemos. Si queremos resultados distintos, tenemos que hacer cosas distintas.
Hemos pasado de la guerra en busca del talento a marcarnos como premisa la reducción de costes. No es lo mismo gestionar en épocas de expansión que en épocas de crisis. En épocas de expansión se busca eficacia, en épocas de crisis hay que conseguir eficiencia.
Gestionar una empresa es algo complejo. Es un arte donde la creatividad tiene un papel principal, sobre todo en momentos complicados y difíciles como los actuales. Yo siempre digo que para ser directivo en buenos tiempos no hace falta mucho, pero serlo en los malos es otra cosa. Es donde realmente se ve al directivo, al líder.
Muchas empresas pretenden reducir sus resultados negativos con una reducción en costes de personal, reducción de sueldos y reducción de formación. Pero al mismo tiempo queremos equipos más comprometidos, ¿no parece incompatible? Como he comentado anteriormente, no hay que confundir que hayan bajado los niveles de absentismo y rotación con que esté aumentando el grado de compromiso. En estos momentos la gente que se va de las empresas es aquella que tiene más talento, pero según vaya pasando la crisis el talento continuará fugándose. Una buena comunicación puede solucionar muchos problemas. El silencio es el peor ruido, hay que explicar la situación de la empresa, las acciones a realizar y hacia dónde vamos. Sólo de esta forma lograremos involucrar al personal. No hay nada peor que la incertidumbre. Sólo podemos lograr compromiso y confianza si lo damos.
En momentos de crisis es cuando la gestión de personas se convierte en algo prioritario. Tenemos que aprender a gestionar la competencia porque si no acabaremos teniendo que gestionar la incompetencia. Los incompetentes serán los únicos que se queden, y pasar la crisis es complicado, pero si no nos cuidamos puede que después de superar un cáncer terminemos muriéndonos de una gripe. Por pura lógica la crisis pasará y el talento estará donde debe estar.
Es más fácil de lo que parece, no se trata de elegir entre personas o resultados, ambos van en la misma dirección. No debemos olvidar que se llega a los resultados a través de las personas.
«Eficacia» y «eficiencia» son las dos palabras más oídas últimamente, parece que son nuevas. Si eficiencia es el uso correcto de los medios de los que disponemos, y eficacia el logro de los objetivos propuestos, entiendo que de nada sirve ser eficaz pero no eficiente, ni eficiente pero no eficaz. Por lo tanto, ¿no se tratará de las dos cosas? Sin embargo creo que no debemos olvidar que además los objetivos marcados deben ser los adecuados. Pensadlo bien, porque esto no siempre está tan claro en las organizaciones, ¿o cuál ha sido el motivo de la crisis en muchas empresas?, ¿no será que se ha sido eficaz y eficiente pero sobre un objetivo que no era el adecuado?
Por otro lado, y ahora que estamos donde estamos, ¿hemos aprendido algo? Si crees que es así, intenta responder a las siguientes preguntas: ¿se llega desde el ahorro de costes a la eficacia y a la eficiencia, o se llega desde la eficacia y la eficiencia al ahorro de costes?, ¿la persona es un coste o una inversión?, ¿cómo gestionas tu ego?, ¿buscas soluciones o culpables? Y por ultimo, una que me encanta de mi gran amiga Pilar Gómez-Acebo, ¿quieres seguir repartiendo pobreza o crear riqueza?
1 comentario en «Es hora de pasar a la acción»
Ojalá los que dicen que la formación es cara, se den cuenta de cómo les va a ir con la ignorancia.
Sólo si "afilamos el hacha" estaremos preparados para el futuro.
Un saludo.
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