RRHH Digital. Desde la llegada de la crisis, el número de investigaciones por bajas fingidas o casos de bajo rendimiento del trabajador ha vuelto a aumentar hasta un 41%. A pesar de que existe un mayor miedo a perder su trabajo si solicita la baja, España siempre ha sido considerado el país de la picaresca. ¿Por qué y quién finge en el trabajo?
En muchos de los historiales de la vida laboral de los trabajadores, enfermedad y engaño van de la mano dentro del conflicto entre empresa y trabajador. Muchos empleados que no quieren abandonar la compañía, pero que la quieren perjudicar, utilizan enfermedades, físicas como las lumbalgias o psicológicas como la depresión o el estrés laboral para obtener una baja. De esta forma, la compañía sufre un alto perjuicio: tiene que redistribuir el trabajo entre otros empleados, puede producirse un efecto contagio entre otros trabajadores y existe una pérdida económica al tener que sustituir al empleado de baja por otra persona.
El empleado, por su parte, al tratarse de una baja falsa, utiliza esa ausencia del trabajo para realizar competencia desleal o llevar a cabo trabajos remunerados en “negro” con los que obtiene un sobre sueldo.
Qué pruebas hay que recopilar
Las pruebas que como detectives necesitamos recopilar en la investigación de una baja de ámbito psicológico, son más difíciles de demostrar ante el juez. Por este motivo, el seguimiento que debemos llevar a cabo debe de ser más exhaustivo, sin perder de vista al investigado, para ser capaces de grabar las pruebas necesarias para demostrar que este empleado está cometiendo fraude.
En las empresas hay que estar alerta ante cualquier acción sospechosa de fraude o conflicto que pueda generarlo. Y no hay que engañarse, cualquiera puede cometerlo, sea cual sea su cargo o posición dentro de la organización. Nuestra labor como detectives es conseguir las pruebas necesarias que demuestren que se está llevando a cabo el engaño.
Otros fraudes asociados
El hecho de que una baja laboral permite un período de absentismo da lugar a cometer otro tipo de fraudes. Se puede dar el caso de que una persona obtenga una baja fraudulenta para no ir a trabajar y perjudicar de esta forma a la compañía, pero puede que haya otras actividades detrás.
Como por ejemplo, acciones de competencia desleal o fraudes a la seguridad social. En ambos casos, se trata de obtener ingresos extras, en el primero trabajando en empresas del mismo sector por lo que se está además perjudicando a la compañía. Mientras que en el segundo caso, el trabajador aprovecha la incapacidad temporal para llevar a cabo otro tipo de actividades que le reporten otro sueldo.
Hemos llegado a detectar personas con esguinces que se suben a andamios para arreglar antenas o directivos que trabajan e incluso crean otra empresa de forma paralela mientras se encuentran de baja.
Nuestra recomendación es, ante los primeros indicios, actuar porque el paso del tiempo no arregla estas situaciones, sino que las empeora. Hay que pensar que un empleado con una baja falsa es una situación que puede poner en peligro el clima laboral en una compañía y su productividad.
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