Arturo Graf afirmaba que la constancia es la virtud por la que todas las cosas dan su fruto. La búsqueda de empleo, pese a lo que piensa mucha gente, es un trabajo al que hay que dedicar las horas suficientes. No se trata de “publicar” nuestro currículum vitae en un portal de empleo sin más. Existe la necesidad de fijar una rutina y elaborar una agenda para su búsqueda en la que se haga constar de forma sistemática las actividades a realizar, empresas a visitar, fuentes de información, registro de envío de currículos, etc. Esta herramienta es esencial para organizar el tiempo, planificar las actividades y efectuar un seguimiento de los resultados.
Actualización del CV
Antes de comenzar a buscar trabajo debemos de hacernos la siguiente pregunta: ¿Está mi CV actualizado? Además de los datos personales, debemos tener al día lo referente a formación, descripción de trabajos anteriores, etc…
Lo elaboraremos lo más completo posible evitando pensar en que no será leído o que cuanto menos texto escribamos más cómoda será su lectura.
En el proceso de selección debemos de aplicar la empatía. Es decir, nos pondremos en el lugar del responsable analizando si la información está completa y se entiende correctamente. El CV es nuestra carta de presentación y, como tal, cuidaremos al máximo todos los detalles.
¿Qué pasaría si acudiéramos a un establecimiento donde el comercial tuviese una imagen desaliñada y poco correcta? Seguramente no finalizaríamos satisfactoriamente el proceso de compra. De igual manera, nuestro CV debe transmitir un mensaje positivo sobre nuestra persona, siendo ordenado, limpio y completo.
Es importante no exagerar ni mentir evitando así la posibilidad de vivir un momento desagradable al descubrirse la realidad.
Definir perfil y mercado
Hay que tener claro nuestro perfil laboral, permitiendo opciones y excepciones. No se trata de ser “X” y ya está, de definir las preferencias laborales, puestos a los que podemos acceder por estar capacitados y aspectos secundarios (pero no menos importantes) como son la movilidad geográfica, la disponibilidad, el salario y la duración del contrato.
Seguro que más de uno se llevará las manos a la cabeza al escuchar que el salario es un aspecto secundario pero para mí es así. Valoro más desempeñar un trabajo acorde con mi formación, en un clima laboral adecuado, con posibilidades de promoción que un sueldo amplio. Eso no quiere decir que el dinero no me importe, pero lo que no hace es marcar mi destino.
Recopilar información del mercado es un requisito básico en todas las fases de la búsqueda de empleo. Hay que definir con precisión dónde queremos llegar. En este punto debemos ser prácticos y realistas con el fin de ahorrar tiempo.
Hay 3 factores clave que debemos valorar de las empresas: sector, tamaño y ubicación geográfica
Otro punto a tener en cuenta es que debemos de ser sinceros a la hora de responder a la siguiente pregunta: ¿Qué prefiero, becario en Coca-Cola o Director comercial en \\\\\\\”X\\\\\\\”?
Teniendo clara la respuesta la búsqueda de empleo será más eficaz.
¿De qué sirve conocer el mercado?
Con la información suficiente seremos eficaces en las comunicaciones que mantendremos mientras llevemos a cabo nuestra tarea de búsqueda. Disponer de un conocimiento actualizado y profundo nos aportará confianza, siendo un valor añadido a la candidatura. Además de causar buena impresión y ampliar nuestros contactos, podemos inducir a nuestros interlocutores a ser invitados a una entrevista posterior.
Por último, las redes sociales, portales de empleo, Networking y sectores que generen puestos de trabajo pasarán a formar parte de nuestro día a día.
El puesto está ahí, esperándonos.
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