RRHH Digital. Mobivery nació en 2008, justo al mismo tiempo que el iPhone aterrizaba en España. Desde un punto de vista económico, no era la mejor época para crear una empresa en nuestro país pero desde el primer momento luchamos por hacernos un hueco en el mundo de las aplicaciones móviles. Éramos una mezcla explosiva de ilusión, ingenuidad, motivación, locura, ganas de triunfar y ausencia de sentido común. La complejidad del momento no sólo no nos amedrentó, sino que nos animó a dar lo mejor de nosotros.
Desde sus inicios, Mobivery se caracterizó por el extraordinario ambiente que reinaba entre nosotros. Algo fundamental para una empresa como nosotros, y quizás lo más difícil de construir para cualquier grupo profesional. Por suerte, contábamos con una excelente materia prima.
Como toda start-up que se precie, Mobivery fue creciendo a un ritmo frenético y de una forma un tanto desorganizada. Sin embargo, a principios de 2010, tuvimos la necesidad de dar un giro a nuestra forma de gestión, de buscar una nueva identidad, de madurar como empresa. En definitiva: mejorar nuestro servicio a los clientes y a nuestros propios empleados.
Fue un punto de inflexión que marcaría el futuro de Mobivery. Invertimos en formación, adoptando las metodologías ágiles como forma de trabajo y el archiconocido Scrum. Gracias a él, una nueva cultura corporativa empezaba a germinar. La cultura de la gestión del cambio como forma de trabajo, de la mejora continua, de la flexibilidad y del esfuerzo por aprender. Era el momento idóneo para llevar a cabo el cambio, porque empezaban a surgir inquietudes entre nosotros: ¿qué podemos hacer para que las personas vengan motivadas al trabajo? ¿cómo podemos mejorar para aumentar la productividad? ¿cómo podemos ser más ágiles?
Estábamos dando nuestros primeros pasos, pero ahora venía lo importante. Teníamos que buscar la solución a estas preguntas sin perder de vista nuestra esencia. Trabajar de manera ágil y con alegría, pero, ¿cómo lograrlo?
Pusimos la maquinaria en marcha y las ideas empezaron a surgir, aunque para que pudieran cristalizar faltaba una figura esencial: el Departamento de la Felicidad. Desde 2011, nuestro peculiar departamento de RR.HH. funciona con absoluta dedicación a las personas que constituyen la empresa. ¿Objetivo? Que los trabajadores de Mobivery vengan a trabajar cada día con una sonrisa. Esto supone entender cómo piensan, qué necesitan, cómo se encuentran o cuáles son sus inquietudes. Llevamos al máximo la premisa de la motivación para que sientan de verdad que nos preocupamos por ellos, y que su implicación es vital para el buen funcionamiento del equipo. El talento en un ambiente hostil tiene fecha de caducidad. Desde el Departamento de la Felicidad gestionamos todas las acciones encaminadas a hacer del entorno de trabajo un medio sostenible, agradable y motivador.
Para empezar, nuestro horario es libre. Gracias al compromiso y la responsabilidad de todos, es posible prescindir de un horario de trabajo preestablecido. Cada persona tiene claros sus objetivos, y organiza su tiempo y su trabajo como quiere para lograrlos. Nuestra filosofía es muy sencilla: tus objetivos son aquello por lo que se va reconocer tu trabajo, no hay más; el horario que realices o el lugar donde trabajes (oficina, casa, parque…) no tiene importancia. Y siempre se puede recurrir al “Pomodoro”, un periodo reducido de concentración extrema en el que los equipos maximizan su productividad. La señal para que los demás sepan que estás en “flow” queda reservada a la elección de cada uno: sombreros, chalecos, etc.
Y si no controlamos el horario, las vacaciones no iban a ser menos. Tras dos años apuntando los días que se había tomado cada uno (tarea ingrata y poco útil donde las haya), nos dimos cuenta de que las personas adultas son bastante capaces de organizar sus vacaciones de forma razonable. Entonces, ¿qué necesidad hay de estar detrás de la gente? Es más, las personas agradecen que reconozcas su capacidad de asumir responsabilidades. Elige cuándo quieres irte, cuántos días y ¡a disfrutar! Pero recuerda, estás en un equipo. Si les fallas, ellos trabajarán por ti, y te exigirán explicaciones cuando regreses. Ante todo, respeto, responsabilidad y compañerismo. Si se cumplen las tres, ¿por qué poner límites?
¿Y la distancia? Para nosotros no supone un problema. La tecnología nos permite mantener reuniones periódicas entre nuestras 3 oficinas (Madrid, Barcelona y Sevilla), que celebramos el primer viernes de cada mes. La filosofía de Mobivery, desde sus inicios, es que la situación de la empresa tiene que ser transparente, a todos los niveles, sin secretos. En estas reuniones transmitimos la situación financiera, la facturación del mes anterior, los proyectos que se han vendido, los proyectos que están desarrollando cada equipo, las iniciativas que se ponen en marcha por parte de cada departamento, la mejora continua, etc. No es sólo trabajo. También hay hueco para un poco de ocio y buenrollismo, ¡que bien falta que hace!
Si queremos que las personas estén motivadas y confíen en Mobivery, no podemos darles la espalda, por eso preferimos pecar de transparencia. Porque el organigrama de Mobivery es plano. ¿Cómo puede ser? Somos una start-up que crece de manera sostenida. Vale, pero ¿dónde está el organigrama? ¿Qué hago en unos años? Si nos hacen esta pregunta no nos pillan, la respuesta la tenemos clara. Crea tu futuro, piensa en qué podemos mejorar, qué puedes aportar además de lo que haces, qué no hacemos ahora pero necesitamos hacer y empezarás a crecer al igual que la empresa. Este es tu futuro y tú decides. Y, si todo va bien, dentro de un tiempo, cuando mires a tu alrededor, verás que hay otra forma de crecer profesionalmente, sin un camino fijado de antemano, rodeado de compañeros que piensan igual que tú.
Como nos aburríamos, pensamos que todo esto no era aún suficiente. Teníamos que seguir pensando en cómo pasárnoslo bien trabajando. Surgió entonces el concurso gastronómico: hoy cocinas tú. Una vez al mes un compañero de cada oficina cocina para el resto. De esta manera fomentamos el buen ambiente entre las personas de la oficina, nos “obligamos” a pasar un tiempo juntos, hablar de cosas diferentes al trabajo, etc. Es una actividad que tiene muy buena acogida entre todos y levanta mucha competitividad, pero de la sana. Aunque con lo que estamos creciendo últimamente, ¡es parecido a dar de comer a un colegio!
Por último, también abrimos la puerta a la cultura. Por un lado, la biblioteca. Una iniciativa de reciente creación con la que intentamos poner a disposición del equipo los libros que puedan resultar interesantes para ampliar sus conocimientos. Y, por otro, el regalo de tarjetas para comprar aplicaciones en la tienda de Apple. Una vez adquirida y probada la aplicación, la gente comparte sus impresiones sobre ella en una página web a la que todos tenemos acceso.
En Mobivery no consideramos que esta sea una manera diferente ni novedosa de trabajar, pero para nosotros es la única que es válida, la que nos permite lograr la combinación óptima de trabajo-productividad-motivación. Esta forma de trabajar es lo que nos define como grupo, y lo que buscamos en las personas que quieren unirse a nuestro grupo. Y seguimos dándole vueltas a nuevas iniciativas, porque queremos seguir haciendo que la gente venga a trabajar a Mobivery cada día con una sonrisa.
2 comentarios en «La receta secreta para ir a trabajar con una sonrisa»
Creo que la realidad que vivimos las empresas es otra muy distinta. Estos planes de motivación están fenomenal pero no son de aplicación en una empresa de producción o que exija unos horarios de atención al público por ejemplo. Por la actividad de la empresa pueden permitir cierta flexibilidad y movilidad laboral pero como podría hacer esto un banco con unos horarios que cubrir y un trabajo que por protección de datos no se puede desarrollar desde la casa del trabajador.
Hola,
sí que existen empresas así, que dan envidia (Irizar, Gore, Semco…) aunque son las menos por falta de voluntad gerencial, generalmente.
Bien por Mobyvery, que no decaiga, aunque tienen campo para mejorar…
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