RRHH Digital. En la última década nos hemos acostumbrado a escuchar con cierta frecuencia sobre la prevención de riesgos laborales, e incluso a hablar de ésta. La siniestralidad en el trabajo ha existido siempre, pero no fue hace mucho cuando empezamos a preocuparnos por nuestra seguridad laboral. Y, sin embargo, ya forma parte de nuestro imaginario. Pero, ¿tiene el mismo hueco en nuestra conciencia? Lo cierto es que no del todo y, en algunos casos, muy insuficientemente. Por eso, las instituciones públicas aún pegan carteles en la red de transporte público que recuerdan que prevenir es rentable para todos; y, por eso, los medios de comunicación aún destacan en sus titulares informaciones sobre accidentes que se producen en horario laboral.
La sensibilización en la prevención es fundamental. Los esfuerzos realizados en materia de concienciación han logrado que, año tras año, el índice de siniestralidad laboral en España se mantenga a la baja, con una reducción del 8,9% en el último año, según datos de la Secretaría de Estado de Empleo. Pese a todo, la prevención de riesgos laborales es asignatura pendiente para algunos colectivos como las empresas proveedoras, según datos de Achilles South Europe, que informó en marzo de que sólo el 16% están certificadas en esta área. Pero no son las únicas a la zaga en concienciación. Los trabajadores menos cualificados son los más desinformados sobre los riesgos de salud y seguridad a los que se exponen a diario. Así lo revela la 5ª Encuesta Europea de Condiciones de Trabajo, desarrollada durante el año 2010 por el Eurofound.
Empresas y trabajadores autónomos rezagados deben dar cuanto antes el primer paso hacia la prevención, que es la concienciación. El objetivo clave es que abracen el paso más importante en el menor tiempo posible: la formación. Sin duda, la formación en prevención de riesgos laborales es la única forma de evitar los accidentes, aunque no sólo. En nuestra rutina diaria estamos expuestos a peligros de todo tipo, como problemas psicológicos. De hecho, son ya muchos los expertos en seguridad y salud laboral que aseguran que la crisis económica ha provocado un aumento de los riesgos psicosociales en el entorno laboral. La directora del Instituto de Seguridade e Saúde Laboral de Galicia, Adela Quinzá-Torroja, ha alertado recientemente del clima de presión que el miedo a perder el trabajo, por ejemplo, puede generar.
No obstante, un riesgo psicológico puede derivar también en uno físico. “El estrés y la tensión suelen llevar consigo un aumento de los riesgos en seguridad laboral”, asegura Natalia Orviz, coordinadora del Departamento de Prevención de Riesgos Laborales en Bureau Veritas Business School. Por tanto, estos nuevos problemas exigen nuevas soluciones. No se trata de seguir insistiendo únicamente en la necesidad de contar con formación específica en prevención de riesgos laborales, sino también en la importancia del reciclaje de la formación ya obtenida para ser capaces de afrontar nuevos retos. Asimismo, implica extender definitivamente la formación a cualquier trabajador. Hay que tener presente que la calidad en el empleo se mide también en función de los niveles de seguridad y salud laboral, no sólo para el operario que trabaja con maquinaria pesada sino también, especialmente hoy en día, para el administrativo que tiene como herramientas de trabajo una calculadora y pilas de facturas.
Los retos de la formación en prevención de riesgos laborales se han mantenido en el tiempo. “El objetivo ha sido siempre llegar a un punto donde la seguridad y la salud en el trabajo sea excelente, de forma que lleguemos a cero accidentes evitando costes directos e indirectos para las empresas y asegurando la satisfacción laboral de todos los trabajadores”, afirma Natalia Orviz. Pero hay que corregir dos tendencias erróneas. No hay que formarse sólo cuando no hay más remedio, ya que los riesgos están siempre presentes. Los datos demuestran que este comportamiento es especialmente frecuente en el sector de la construcción, con mano de obra barata y de escasa cualificación. Otra actitud que hay que evitar es formarse en cantidad, no en cualidad. Natalia Orviz aconseja que “es necesario obtener formación específica al puesto de trabajo y, sobre todo, eficaz”.
Hoy en día, los programas educativos en modalidad eLearning facilitan más que nunca a las empresas la formación de sus trabajadores en prevención de riesgos laborales. Suponen un ahorro en costes y, sobre todo, en tiempo. Las nuevas tecnologías permiten el acceso a los contenidos en todo momento y en cualquier lugar y cubren a la perfección las necesidades formativas de la prevención de riesgos laborales. Teniendo en cuenta estas ventajas y la relevancia de la prevención, la inacción es cada vez más irresponsable y tiene graves consecuencias para la sociedad y para el propio negocio. La formación nunca fue un aliado tan potente de la seguridad.
3 comentarios en «Formación en prevención, línea de vida en el trabajo»
Si bien estoy de acuerdo en que hay que insistir en la formación, en prevención y que son los trabjadores menos cualificados los más desinformados en este campo, considero que su baja cualificación requiere cursos presenciales, el e-learning requiere el manejo del ordenador y herramientas informáticas, características que no facilitan la formación y motivación en estos casos . Recordar que uno de los principios de acción preventiva indica que hay que adpatar el puesto de trabajo al trabajador, así que, también habrá que adpatar la formación, para conseguir eficacia.
No me parece correcto, ya que las herramientas de eLearning suelen estar muy pautadas y tienen como base el acceso universal a la información. Su función es extender el conocimiento a todos y el entorno digital se ha postulado últimamente como la mejor manera de posibilitarlo.
Yo siempre he creido qu ela formación es el mejor recurso del que disponemos hoy endía, formación en ambos lados.
Todas las empresas deberían de tener un perfil que realizara un curso o master en prevencion y al mismo tiempo los empleados deben de estar formados tambien.
Si la empresa no se puede permitir la formacion en master al menos contratar a uno para que forme a los empleados. Todos ganarían mucho.
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