RRHH Digital. En una sociedad en la que el precio del petróleo sube cada vez más, en la que cada vehículo tiene una media de emisiones de CO2 de 139 gramos por kilómetro recorrido y que los niveles de contaminación acústica en ciertas áreas de mucho tráfico supera el nivel de ruido permitido, medidas como las de la ayuda al transporte a los trabajadores se convierten prácticamente en indispensables para cualquier empresa concienciada y responsable con el entorno y con el bienestar de sus trabajadores.
El transporte al trabajo en vehículo privado supone más del 54% de los desplazamientos diarios y los trabajadores invierten entre un 5% y un 20% de su renta mensual en dichos desplazamientos. Ante este panorama, un sistema de retribución laboral que permita a un trabajador ahorrar costes y energía se convierte en una medida muy positiva. Si a este hecho añadimos que los más de 18,5 millones de trabajadores que hay en España pueden incluir en sus nóminas 1.500 euros anuales exentos de IRPF en concepto de ayuda al transporte, se entenderá por qué la incorporación de la ayuda de transporte a los planes de retribución flexible de compañías privadas e instituciones públicas ha resultado todo un éxito.
Con esta medida “ganamos” todos: los trabajadores y los empresarios desgravan, y además éstos últimos pueden controlar el gasto de sus empleados con respecto a esta ayuda evitando un posible fraude, ya que la nueva legislación exige que el pago de esta ayuda de transporte se deberá realizar mediante “la entrega a los trabajadores de tarjetas o cualquier otro de medio electrónico de pago” (BOE 31 de diciembre de 2010). En estos momentos, BM Transporte es el único producto existente en el mercado español que se adecua a los requerimientos legales de la nueva reglamentación del IRPF.
La nueva era de los beneficios sociales
Según un reciente estudio de la consultora KPMG, hasta ahora los beneficios sociales más comunes que otorgaban las empresas eran los seguros de accidentes y de vida, las aportaciones a planes de pensiones y los vales de comida, pero en la actualidad un 51% de empresas ya se han pasado a los planes de retribución flexible en los se puede escoger entre guardería, seguros médicos familiares, ordenadores, cursos de formación o transporte. Estas retribuciones cuentan con algunas exenciones fiscales, por lo que un trabajador que tenga incorporado un plan de retribución flexible en su nómina recibe a fin de mes entre un 5% y un 8% por encima de lo que recibiría si pagara de su bolsillo estas ayudas.
Para la empresa privada y las administraciones públicas, el poner en marcha un plan de retribución flexible supone importantes ventajas: ofrece a sus trabajadores un beneficio que no supone un coste retributivo para la empresa, potencia la imagen interna y externa de la compañía y mejora el clima laboral con la consiguiente retención de profesionales y contratación de nuevos empleados.
En resumen, la experiencia constata que una empresa que tiene en cuenta los beneficios sociales de sus empleados, incentiva a los mismos a dar lo mejor de sí. Y ahora además existen medidas como la ayuda al transporte con ventajas que van más allá del ahorro fiscal para los empleados y del control del fraude para los empresarios: se estimula a los trabajadores para que se conciencien con el medio ambiente y cambien el vehículo privado por el transporte colectivo para ir a trabajar.
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